Sabanitas y ositos de felpa

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-¿En serio todo esto necesita un bebé?, -la mirada incrédula de Lucas observaba una cuna convertible que según la dependienta era "el último grito en la moda de bebés".

Elías sonrió divertido. Ese hombre conocía todos los clubes de moda y los últimos cotilleos de la ciudad, pero desconocía completamente las necesidades de un pequeño humanito, -esto es sólo una parte dijo Elías bastante divertido al ver el rostro a punto de desmayarse de Lucas.

-Es broma.

Los ojos de Lucas giraron al captar la broma, -por un momento pensé que el calvo y tú me dejarían en la ruina.

La carcajada de Elías, hizo que el pequeño Luca brinque en sus brazos, -shhhh, perdón Luca, tu padre aún está adaptándose a su nuevo rol, -dijo Elías abrazando al bebé, quien de inmediato se calmó.

La dependienta se acercó hasta la pareja. -Señor Solano, señor Ruiz su cuenta está lista, también tenemos camas king size para que los tres estén cómodos descansando.

Tanto Lucas como Elías se atragantaron, -no somos pareja.

La dependienta muy apenada se disculpó.

-No se preocupe, en realidad no me molesta dijo Lucas, y ¿a tí?, -preguntó girando para encontrarse con la mirada de Elías quien jugaba con Luca. -Tampoco así que descuide.

Lucas levantó la ceja con suspicacia, -Un hetero al que no le ofendía que lo emparejen con un gay, curioso -pensó.

-entonces si eso es todo síganme por favor.

La amable chica los llevó hasta la caja.

La cajera sonrió con cortesía. - Buenas tardes, espero que hayan encontrado lo que buscaban.

-Sí gracias.
Dijo Lucas mientras esperaba la cuenta.

-Bien, tenemos una cuna convertible, tres juegos de sábanas, cojines, una cómoda, un porta pañales, un cambiador, una tina, un corral, una silla para auto, y una silla alta.

Lucas escuchaba la lista de lo que habían comprado, -esta todo completo, ¿verdad?.

-Sí, está todo completo, Lucas para sus adentros esperaba que la cajera cobrara rápido antes de que Elías añada un retrete de oro o alguna excentricidad más.

Habiendo proporcionado su dirección para el envío y pagado por las cosas ya mas aliviado por haber terminado con ese pendiente, salieron del local para dirigirse al área de restaurantes, -¿qué se te antoja comer?

-Hamburguesas por favor, pero primero déjame ir al supermercado para tomar unas papillas para Luca, Lucas suspiró frustrado por su mismo olvido de no considerar a su hijo.

-Debería estar más pendiente de las necesidades de Luca, -dijo Lucas avergonzado.

Elías le acarició el brazo, -es poco a poco, sonrió compasivo.

Lucas apreció el gesto, carajo de seguir así Lucas corría el riesgo de enamorarse de Elías y eso sería muy malo ya que desconocía su orientación, pero a su juicio era heterosexual.

Ambos se dirigieron al supermercado en donde Elias tomó todo lo necesario para Luca y para hacer una despensa apta para toda la semana.



-Nunca en mi vida he gastado tanto en un día, dijo Lucas con clara intención de bromear.

Elías sonrió, mientras mordía su hamburguesa.

Luca sentado en el regazo de su padre comía alimentado por Elías.

-¿Estás seguro de poder comer así?, Elías miraba a su compañero quien se veía cómodo con el bebé en brazos.

-Seguro, Lucas sonrió tan seductoramente que Elías tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no mostrarse afectado por el gesto.

Aclarando su garganta Elías dió un sorbo de refresco y limpió la boquita de Luca.

Ya todo el ambiente mostraba la presencia de las prontas fechas decembrinas.
-Vámonos que este pequeño manojo de popó pronto tiene que ir a la cama.

-¡Mira nada más quien anda por aquí!, un chico de no más de veinte años se acercó hasta la pareja que en el estacionamiento luchaba por acomodar las abultadas bolsas del supermercado que contenían la despensa para un ejército, además de toallitas húmedas, y demás enseres para el bebé.

Girandose Lucas quien al no reconocer la voz se mostró confundido, dudando que sea a él a quien hablaban.

-¡Vaya! Hola Eduardo.
Lucas visiblemente molesto saludó al chico cuya mirada se paseaba de Lucas a Elias y a Luca.

-Esta es la razón por la que no me has buscado nuevamente.

Elías se sentía cohíbido al estar en medio de tal escena. Su instinto fue ocultarse detrás de Lucas con Luca en brazos.

-Oye Eduardo, un suspiro irritado mostró que Lucas estaba a punto de perder la paciencia. -nira no te he buscado por que no tenemos algo.

El muchacho soltó una carcajada burlona. -¡Claro!, Ahora me dirás que lo embarazaste a él, el atractivo muchacho señaló a Elías, -y por eso no hemos vuelto a vernos.

Lucas apretó los puños sabiendo que si no paraba eso pronto cometería una imprudencia frente a Elías. -Mira Eduardo, no nos vemos por que no existe una relación entre tú y yo. Así que por favor retirate antes de que llame a seguridad.

Luca empezó a gimotear pues ya tenía sueño, y Elías trató de calmar al pequeño metiéndose en el lujoso automóvil.

El muchacho viendo la determinación de Lucas para llamar a seguridad se alejó diciendo miles de improperios que este decidió ignorar.

Suspirando se subió al automóvil poniéndolo en marcha y saliendo así de la plaza comercial.

-Oye disculpa todo eso. Lucas observaba de soslayo a Elías que miraba los edificios delante de él.

-Tranquilo, supongo que el chico quería algo más contigo,-sonrió Elías de manera conciliadora.

-Supongo que sí, dijo Lucas de manera distraída mientras paraba delante del semáforo haciendo su alto. -¿Qué hay de ti? ¿Cuál es tu historia?.

Elías desvió la mirada hacía la ventana, recargando la cabeza en ella.
Cerrando los ojos de manera cansada respondió -bueno, yo no me quise casar con una linda chica en mi pueblo, ya que no es mí tipo.

Lucas lo volteó a ver mientras seguía conduciendo, -y ¿cuál es tu tipo?, Preguntó curioso Lucas.

Elías sonrió, -bueno me gustan los hombres.

Lucas casi choca.

¿Era una broma?
¿acaso era gay?

Esa afirmación hizo que Lucas lo miré por fin de otra forma, una de una potencial pareja perfecta...

Y vaya que haría lo imposible para acercarse más a ese discreto y tranquilo hombre el cual en pocas horas había ganado su confianza.

Una familia para LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora