Capítulo 14

10.4K 1.1K 905
                                    

Narra Louis.


"Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente." -Romanos 12:10.

Eso me repetía yo, una y otra vez, desde el momento en que me di cuenta del tipo de amor que sentía hacia Harry.

Había partes en que la Biblia me confundía; primero me dejaba tranquilo diciéndome que había que amar a todos por igual porque todos somos hijos del Señor, iguales y hechos a su semejanza. Pero luego me castigaba al decir que mis tipos de deseos eran impuros y serían condenados no dejándome ingresar al Reino de los Cielos. Y yo no sabía qué hacer, qué pensar o qué creer. En el fondo trataba de aferrarme a la idea de que Dios me amaba tal y como era, pero la sociedad y la religión me seguían confundiendo y haciendo quedar como el malo de la película, como el que estaba haciendo las cosas mal.

Me encontraba en mi habitación del convento, todo estaba en sumo silencio debido a que Harry había llevado a las Hermanas a un té de caridad. Aquel día me excusé diciendo que me sentía cansado, que aprovecharía para tomar una siesta. Pero lo que en realidad iba a hacer era confesarme. Era pagar por mis pecados. Castigarme.

Había momentos en los que sentía que eran mis padres quienes hablaban a través de mi, ya que esos pensamientos fueron ellos quienes me los inculcaron. A veces podía sentir una voz en el interior de mi cabeza, un grito de libertad, algo que quería salir pero que no tenía la suficiente fuerza para liberarse. Y entonces yo seguía dejando que mis padres y la Iglesia hablaran por mi.

Mis padres habían sido criados por homofóbicos y habían hecho lo mismo conmigo y mis hermanas. Desde luego que yo no sabía que lo que ellos hacían era odiar, yo sólo creía que lo que decían era la única y cierta verdad.

Cuando hago memoria tengo algunos pensamientos que me llevan a pensar que mis padres sospechaban que me gustaban los niños incluso cuando yo tenía sólo diez años, pero claro que no puedo estar seguro porque ellos jamás hablaron del tema. Sólo sé que apenas cumplí catorce me dieron una charla, diciendo que al año siguiente entraría a un Seminario a comenzar a estudiar para algún día convertirme en sacerdote.

Y aquí estoy ahora.

Casi nunca veo a mis padres porque ni siquiera puedo mirarlos a la cara. Ellos me quitaron el derecho de poder elegir qué carrera seguir. Yo tengo que ser esto por el resto de mi vida porque a ellos se les metió en la cabeza que Dios iba a llevarme por el buen camino. Y soy creyente, sí, y amo a Dios y sólo quiero hacer las cosas bien. Pero jamás le perdonaré a mis padres el haberme metido esas ideas que ahora no puedo quitar de mi cabeza. Jamás les personaré que me hayan repetido que no hablara así, que no caminara así, que no me parara así, que no me vistiera así, que no escuchara esa música, que no sea amigo de ese ni de aquel. Jamás les perdonaré que me hayan hecho llorar todas las noches porque sentía asco de mí mismo. Jamás les perdonaré el no poder ser feliz siendo yo mismo.

Jamás les perdonaré el hecho de que nunca pudieron amarme por quien soy.

Y ahora llegó Harry y despertó sentimientos que tanto me habían costado hacer dormir. Sensaciones, deseos y pensamientos que me enseñaron están mal, que la sociedad me recuerda día a día que no están bien. Me gustaría volver a ser el Louis inteligente de trece años que sueña con convertirse en doctor y seguir sus sueños y jamás dejar que nadie le diga qué puede o no hacer. A veces deseo otra oportunidad. A veces quiero ser alguien más. Y a veces las cosas parecen ser fáciles cuando las piensas, pero luego cuesta llevarlas a cabo. Hay momentos en los que pienso en dejar todo y seguir mi corazón, pero luego ni siquiera sé lo que quiero hacer. A veces sólo pienso que necesito un pequeño empujón, ya sea para seguir un camino o el otro.

"Perdóneme, Padre. He Pecado" (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora