Yo estaba jodido. Realmente jodido.
Louis me había preguntado si yo estaba enfermo. ¿Qué iba a hacer? ¿Decirle la verdad? No, eso ni en broma. No podía echar a perder lo poco que habíamos progresado. Louis de a poco me iba dejando ver su parte más humana y yo no estaba dispuesto a perder su compañía.
¿Qué pensaría él si sabía sobre mi enfermedad? ¿Se decepcionaría de mí? Me importaba mucho lo que él pensara sobre mí. Su forma de verme, de pensar. Es decir, nosotros teníamos una ¿amistad? (Aunque yo sabía que lo que sentía por él iba mucho más allá que el simple cariño hacia un amigo). Por desgracia, no todas las personas están educadas e informadas sobre el SIDA. No todo el mundo sabe que si un enfermo te da la mano no vas a morir, que si un enfermo te abraza no vas a morir. Y hay gente que aunque sí lo sepa, se aleja de ti de todos modos. Incluso hay personas que le siguen diciendo 'la peste rosa' , echando la culpa a los homosexuales de expandir el virus. Me destrozaría por completo que él se alejara de mí sólo porque estoy enfermo. No...
Él no haría eso. ¿O sí?
Él...
"Harry, ¿me oyes?" Louis volvió a llamarme la atención.
Me dio ambas manos e hizo fuerza para que yo pudiera ponerme de pie. Dios, si estás ahí, sálvame de ésta.
"¿Qué decías?" Me hice el desentendido mientras me sentaba en un banco. Ya podía respirar normalmente, aunque mis piernas temblaban un poco. Era un manojo de nervios.
"Me escuchaste perfectamente" Su voz era neutra, no mostraba signos de enojo pero tampoco de calma. Y para empeorar la situación, me miraba con el ceño fruncido. Estaba enfadado, lo sentí. Sus azules ojos ya no eran más un mar calmo, sino que una tormenta parecía desarrollarse en ellos.
Pensé un segundo una buena excusa para evitar el tema. Carraspeé. "Yo..." Lo miré a los ojos. No me estaba viendo en un espejo, pero estaba seguro de que mis orbes verdes ya no brillaban. "Louis, ¿quieres pasarla bien en Paris?"
Él estaba sentado a mi lado en aquel banco y las maletas en el piso. Me sostenía la mirada y me estudiaba. Él quería saber qué me pasaba pero a la vez no. "¿Eh? ¿Y eso que tiene que ver?"
"Respóndeme" Pestañeé con pesadez.
Asintió confundido. "¡Sí! Claro que quiero pasarla bien" Había levantado la voz, frustrado. "¿Acaso tú no?" Yo lo estaba confundiendo, y eso me gustaba. Porque el Louis confundido era el Louis normal.
"Sí, y es por eso que hablaremos de eso cuando volvamos a Londres" Le respondí. Me sentí victorioso cuando se me ocurrió tan buena forma de responder y evitar decirle la verdad.
"Harry..."
"Louis...por favor" Puse mi mejor cara de cachorrito. Y no sé si fueron mis ojos tristes, mis labios hacia afuera, mi ceño fruncido, o la cara de cansancio que tenía, pero Louis bajó la mirada un segundo, derrotado.
"Pero...Está bien" Se rindió, poniendo una mala cara. Yo sabía que Louis estaba preocupado por mi, que quería saber si estaba bien o si necesitaba ayuda, que quería saber para qué eran esas pastillas que había tomado momentos atrás. Pero también sabía que sus ojos escondían algo que él tampoco estaba listo para decir, y que fue por eso que no insistió en que le dijera qué estaba mal conmigo.
Y debo agradecerle a los altavoces anunciando que debíamos abordar nuestro vuelo porque allí terminó nuestra incómoda conversación.
...
"Harry, ¿te encuentras bien?"
"No" Negué con la cabeza mientras me movía inquieto.
"¿Qué sucede?" Louis se alarmó, lo pude ver en su expresivo rostro. Eso era algo que me gustaba de él, porque a veces no mostraba reacción alguna, pero las otras veces siempre hacía muecas al hablar demostrando cada cosa que sentía con su rostro.
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"Perdóneme, Padre. He Pecado" (Larry Stylinson)
FanfictionDicen que el amor lo puede todo. Pero... ¿Podrá contra Dios? ---- Portada hecha por: @sugarflowercolors Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1506274481877. Todos los derechos reservados.