Capítulo #4

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Pov Esteban
2:45 a.m.

La fresca brisa de la madrugada golpeaba las largas cortinas, y la luminosidad de la luna se reflejaba en algunas partes de la oscura habitación. Abrió sus ojos con pesar, aún cuando ni siquiera se había logrado dormir.

El miedo de volver a tener las repetitivas pesadillas, le habían provocado un tormentoso insomnio, del que ya se había tenido que acostumbrar, y las estúpidas pastillas parecían no ayudar mucho, lo único que lograba relajar un poco más sus párpados, era el picoso whisky. Estaba bebiendo demás últimamente, el estrés y el dolor de haber tenido una pérdida significativa, lo tenían devastado.

Se decidió salir de entre las sábanas, quitando y deshaciendo el abrazo de la mujer a su lado, cuidando de que ésta no se despertase. Guiando su camino hasta el balcón, en compañía de la luna y su vaso de whisky, bebiendo de este.

Sentía bastante alivio de que el día había culminado, y que solo quedaba un día más, para luego volver a su rutinaria vida; trabajo, gym, más trabajo, y sus noches de apuestas en el casino. Estaba bien así, no creía necesitar más en su vida.

Ya era consciente de que su vacío era infinito, imposible de llenar, desde niño fue así, y ya había buscado lo suficiente en lugares que al final no le ofrecían lo que él esperaba necesitar, para lograr llenarlo. Los vacíos suelen ser momentáneos, pero extrañamente, para él, su vacío era permanente.

Se entretenía observando a los alrededores, el balcón daba hacia el patio trasero, así que lograba tener una buena vista a su frente. El agua de la piscina se meneaba al compás del viento, lento, pero de manera sincronizada. Las luces led iluminaban los alrededores de esta, dándole un toque armónico.

Su mirada se achina cuando las aguas empezaron a ser un poco turbulentas, ¿quién puede estarse dando un chapuzón a las tres de la madrugada? Y fue cuando segundos después, se fijó en la despampanante figura de una mujer de espaldas, le costó un poco poder centrar mejor su mirada, y fijarse sobre quien se trataba, hasta que pudo identificar esa cabellera rojiza, y sus leves ondulaciones parecían bajar hasta sus caderas.

__Pero, ¿qué cree que está haciendo?__ Susurró para sí mismo.

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Pov Marcia
9:20 p.m.
( cinco horas antes)

La noche había llegado, y usualmente cuando su cerebro se llena de estrés, entrar en estado de embriaguez era el mejor calmante, aún si eso significaba amanecer con resaca, lo decepcionante era que esa noche no podía llegar a tales extremos. Observaba los pequeños trozos de hielo nadar dentro de la bebida mientras le daba vuelvas al vaso, suspirando mientras maldecía mentalmente, preguntándose ¿por qué? Por qué se juró y se intentó convencer de que estar aquí no sería tan tormentoso pero había resultado ser peor de lo que se había imaginado. Y no solo es por los malos recuerdos que le trae, toparse con cierta persona es de lo más incómodo que ha podido sentir últimamente.

Solo será una noche, Marcia. Solo una noche.

Se tenía que repetir constantemente aquellas palabras. Y ahora, se tenía que aguantar y dormir en esta habitación de huéspedes.

__¿Se durmieron?__ Le preguntó al verle, este cierra la puerta a sus espaldas.__ No quiero tener que ir a contarles el cuento yo, no me siento con ánimos para eso.

__Si, ya están dormidos, no te preocupes.__ Contesta, al mismo tiempo que empieza a deshacerse de su ropa.__ Me daré un baño, ¿me acompañas?__ Una picara expresión acompaña su rostro, de su parte hizo un rodeo de ojos, expresando negatividad, prosiguiendo a darle un trago a su bebida.

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