Las palabras son ásperas, posesivas, y completamente impropias, pero mientras pensamientos sobre forzar su cuerpo corren por mi mente apenas puedo evitar que las palabras: mío, mío, mío, se derramen de mi boca.
A pesar de lo vergonzoso como me hace sentir, no me importa, ni quiero pensar sobre cualquier cosa que hizo o con quién lo hizo antes de este momento. Porque esto, ahora mismo, es nuestro, y no voy a dejar que nadie, vivo o muerto, se lo lleve.
Gulf me sorprende cuando se sienta y se desliza hasta el borde de la cama. Tomando el condón del colchón, desliza el paquete de aluminio en su boca, arrancando la parte superior y sacando la goma. Sus dedos cálidos rodean mi polla rígida, y la punta de su lengua se asoma para lamer mi corona húmeda.
-Maldición -siseo.
-Solo quería una probada rápida antes de ponerte esto -dice con indiferencia, como si no hubiera tratado de provocarme antes de que entrara en él.
Él rueda el condón, e incluso con la barrera entre nosotros, tener sus manos en mi eje hace agujeros en mi control ya menguante.
-¿Quieres que te lubrique? -bromea.
Le doy un pequeño empujón a su hombro.
-Si me tocas más de lo que ya lo estás haciendo, esta noche va a terminar mucho más rápido de lo que ninguno de los dos quiere. -Levanto la barbilla hacia él-. Pero puedes verme hacerlo.
Sus ojos caen hacia mi polla, y le ofrezco un pequeño espectáculo con una caricia hacia arriba de mi mano, preparándome para él. Cuando su lengua sale a lamer su labio superior, me subo a la cama, acechando hacia él. Forzándolo hacia el medio, floto sobre él y golpeo mis labios contra los suyos. Sus brazos rodean mi cuello mientras su boca se deleita con la mía, manteniéndome en el lugar, manteniéndome cerca.
Bajando la mano entre nosotros, froto, provoco y levanto su rígida longitud. Mojada y pegajosa, la excitación de Gulf cubre mis manos. Deslizando mis dedos más allá de sus bolas apretadas, pincho y preparo su resbaladizo agujero.
De mala gana, aparto mis labios de los suyos y me aparto, deseando mirarlo correctamente y asegurarme de que esto es lo que quiere.
Su cara está sonrojada. Mejillas rosadas, labios separados y un ligero brillo de sudor se está formando en la línea de su cabello, sigo arrastrando mis dedos dentro y fuera de él, apenas tocando su próstata.
-¿Listo para mí?
Todo su cuerpo se apoya en mis dedos.
-Te deseo, Mew -exhala, y el significado en capas se desliza justo entre mi caja torácica y perfora deliciosamente mi corazón.
Él gime por la pérdida de mis dedos, y su necesidad hace que mi polla se ponga imposiblemente más dura. Sentándome sobre mis piernas, agarro el muslo de Gulf, extendiéndolo con una mano y lentamente guío mi polla enfundada hacia su culo.
Mi corazón se detiene y la opresión en mi pecho solo aumenta a medida que mi corona presiona contra su agujero. Nunca en un millón de años imaginé esto, pero ahora, con su cuerpo expuesto, vulnerable y todo mío, no sé cómo nada más alguna vez se sintió correcto antes de esto. Antes de él.
Queriendo ver cada momento mientras se desarrolla en su rostro, enfoco mi mirada sobre él y comienzo a presionar. Se siente casi imposible. Está apretado y mi polla se niega a dejar de engrosarse con solo pensar en estar dentro de él.
Por instinto, su cuerpo se aprieta, tratando de detener la intrusión, y empiezo a intentar deslizarme hacia afuera.
-No -gruñe Gulf, alcanzando mi cadera-. Quédate.
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SIN TI (MewGulf -Adaptación)
RomanceGulf era el chico de al lado. El mejor amigo de mi hermano, encajaba con mi familia de una manera que yo nunca podría. Mientras él y Bright pasaron a jugar a las casitas, dejé la única vida que conocía, desesperado por un nuevo comienzo. Hasta que t...