13.MEW

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La apatía en su rostro se transforma, primero en sorpresa, y luego con anticipación.

Se lame los labios y, como un maldito reloj, mi mirada cae.

-¿Qué crees que te estoy haciendo? -dice, desafiándome, su voz baja y gruesa.

-¿Por qué no dejo mirar tus labios? -Es una pregunta imposible de hacer, y una para la que ninguno de los dos tiene respuesta. Pero solo soy un hombre parado aquí, sin nada más que mi vulnerabilidad y honestidad, esperando que eso sea suficiente para que pueda atravesar este enredo.

-¿Se supone que debo responderte? -bromea.

Ignorando la burla, sigo con mis pensamientos, dejando que las palabras salgan de mi boca libremente.

-¿Te molesta que parezca que no puedo quitarle los ojos de encima?

Su mirada se dirige a la mía, y veo la punta de su lengua adorar su labio inferior húmedo y rechoncho.

-¿Te molesta a ti?

-Vete a la mierda, Gulf. -Las palabras son vacías mientras cuelgo mi cabeza entre nosotros forzando mis ojos a cerrarse y susurrando-: Voy a joder esto.

-Culpa al alcohol. Levanto la cabeza.

-¿Qué?

-Haz lo que sea que sientas. -Él pone sus manos sobre mi pecho, y siento la transferencia de calor entre nosotros-. Y en lugar de estar incómodo después, vamos a culpar al alcohol.

-¿Y todo volverá a la normalidad? -pregunto, casi esperanzado. ¿Por qué mierda estoy considerando esto?

-¿Quieres decir que irás a casa y yo me quedaré aquí, y nos odiaremos? -Su mirada se desenfoca cuando la última mitad de la oración sale ronca; casi como si las palabras le dolieran-. Sí, seguro.

Con mente propia, mi mano alcanza su barbilla y trae su enfoque de nuevo al mío.

-Soy un imbécil, pero eso no es lo que quise decir.

-Déjame ir a casa, Mew -dice con un suspiro. Envuelve sus dedos alrededor de mi muñeca-. Duerme lo que sea que estés sintiendo, porque probablemente se habrá ido mañana.

Bajando mi mano, la suya también cae. Doy un paso atrás y niego con la cabeza, riendo sin humor.

-No puedo.

Endereza su postura contra la ventana de cristal.

-¿Qué quieres decir que no puedes?

-Me he sentido así todo el fin de semana -admito, frotando mi mano por la parte trasera de mi cuello-. Y para alguien que nunca ha mirado a otro hombre, lo que siento ya ha durado demasiado.

Sintiéndome inundado de náuseas, la confesión se me escapa de la boca como vómito; sin advertencia, y solo un gran desastre para limpiar.

Sorprendiéndome, él da un paso adelante con un aire de confianza que no esperaba. Él inclina su cabeza ligeramente hacia arriba, levantando sus ojos, llenos de anhelo, hacia los míos.

-Entonces hazlo -dice con fuerza. El rápido ascenso y caída de su pecho es lo único que dice que no estoy solo sintiéndome de esta manera-. Hazlo -enuncia.

Me siento tambaleándome, tambaleándome en la delgada línea de indecisión. ¿Hacia él? ¿O lejos de él?

-Mew -ordena, tomando un puñado de mi chaqueta en sus manos, y arrastrándome hacia él-. Quiero que lo hagas.

Dejo que me acerque, mis ojos buscando los suyos.

-¿De verdad?

Piscinas de deseo me devuelven la mirada.

SIN TI (MewGulf -Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora