1: La escuela te prepara para la vida

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—¡Claro! ¿Porque no? Vamos a la escuela. —dijo Helia sarcástica.

May negó con la cabeza divertida. Durante todo el camino hacia el colegio, en el cual asistirá temporalmente, la chica no ha dejado de quejarse. No le molesta solo le causaba gracia su dramatismo.

Helia es una chica... ¿particular?

Bueno, su sobrino también es particular.

Aún recuerda la vez que su sobrino le conto que era Spiderman. Ella tenía sospechas desde antes, pero una cosa es sospechar y otra que confirmen tus sospechas. Lo admite. Al principio le dio miedo, aun le da miedo cada que su pequeño se pone el traje.

Sin embargo, creía que ya se había acostumbrado a las cosas particulares en la vida de Peter, pero no. Una noche, casi amaneciendo, llego aun con su traje de Spiderman, a su casa junto con una sonriente chica, muy golpeada, que miraba la casa con asombro y alzaba una gran planta con una mano, mientras con la otra la saludaba.

No supo cómo reaccionar. 

Fue Peter quien la saco de su shock para que buscara el botiquín y los dejara entrar.

Mientras ella y Peter curaban a la chica, que se presentó como Helia, ambos la pusieron al corriente de lo que pasaba. Eso solo creo más preguntas en May.

Al final decidieron que Helia se quedaría con ella mientras descubrían como devolverla a su universo. 

Cuidar de Helia no fue difícil, pero si interesante. A la chica le costó adaptarse porque ambos universos son muy distintos.

La comida era distinta, al parecer sabía mucho mejor y tenía más texturas, colores y sabores aquí, pero no le daba la suficiente energía como en su universo. En el cual las personas comían 2 veces al día, Helia 3 porque es Spider. Le costó un poco a May explicarle que en este universo la mayoría de personas comen mínimo 3 veces al día, Peter 6, pero al final lo entendió. Ahora el problema es que es fan de su cocina y come mucho.

La cama también era distinta, según Helia era muy incómoda y no se adaptaba a sus comodidades, no ajustaba temperatura, suavidad, olor, ni color o adornos como en su universo. Por eso se hizo una propia con sus telarañas. De hecho, la forma de su casa, según Helia era distinta, también la ducha, las puertas, las ventanas y la ropa.

Lo que más le sorprendió fue que Helia, a diferencia de jóvenes de su edad, no sabía que era un celular ni cómo usarlo. Al explicarle que era, Helia dijo que se parecía a un Tecno, pero mucho más antiguo, grande y sin tantas posibilidades de uso o adaptabilidad a diferencia del Tecno. De hecho, la principal diferencia entre universos era la tecnología, para Helia todo era antiguo.

Sin embargo, aprender a usar la tecnología fue a lo que más rápido se adaptó. De hecho, la regaño por tener tan poca seguridad en la computadora de la guarida, a pesar de que tenía un avanzado sistema de ciberseguridad. Helia lo cambio creando muchas capas de seguridad.

"Solo por si acaso". Eso fue lo que dijo cuando May pregunto.  

El principal problema con Helia era su obsesión con las plantas. Esa obsesión hacía que su obsesión con las apuestas se viera como un problema secundario. ¡Así de grave!

Al inicio, admiraba embobada cada planta que veía, abrazaba cada árbol, olía cada flor, majaba cada centímetro de pasto (porque le gusta el sonido) y robaba tantas plantas que su cuarto en la casa de May parecía una selva.

Un error || Miles x ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora