El día de la boda había llegado y con ella la tristeza de Elaine crecía. No quería levantarse de la cama, sólo quería pasar todo el día dormida y no volver a despertar nunca más. Para su suerte su madre entro sin siquiera tocar la puerta.
- ¿Qué demonios haces aún en la cama? -dijo en voz alta-. Más vale que te des prisa y te des un baño, no quiero que arruines el día más importante de nuestras vidas.
- ¿El día más importante de nuestras vidas? ¿O sólo el tuyo madre? -respondio Elaine molesta mientras se obligaba a levantarse de la cama-.
- No empieces con tus cosas, sabes bien que esto es por nuestro bien, no tardes mucho, la estilista y la maquillista llegarán dentro de una hora.
- ¿Tan pronto? Pero la ceremonia es en la tarde.
- Ya no, cambiamos la hora, para evitar que tuvieran tiempo de escaparse.
Elaine negó molesta mientras su madre la tomaba por los hombros, llevándola a empujones al baño. Cerró la puerta luego de meterla. Dobló las sábanas y tendió la cama de su hija. Para luego colocar el hermoso vestido sobre la cama al igual que los demás accesorios.
Los miraba con una gran sonrisa, pronto todas sus deudas quedarían resueltas y podría tener su antigua vida de lujos.
- ¡Tienes 10 minutos para salir antes de que vengan a arreglarte! -Grito antes de salir de la habitación, tenía que terminar de arreglarse-.
Elaine salió del baño luego de unos minutos, llevaba una toalla envuelta en el cuerpo y la otra en la cabeza. Miraba con recelo su vestido, sentía náuseas de sólo verlo. Pero ya no había nada que pudiera hacer, debía cumplir con su deber y solucionar los problemas de su familia con este matrimonio.
Media hora después habían comenzado a maquillarla y peinarla, cuando terminaron la ayudaron a ponerse el vestido y los accesorios. Lucia sumamente hermosa.
- Tú prometido quedará encantó en cuanto te vea -Dijo la maquillista sonriendo-.
Elaine se limitaba a responder, sólo asentía. Su madre entró a la habitación, ya habían terminado de arreglarla.
- ¿Podrían dejarnos un momento a solas?
Ambas mujeres salieron y la expresiones de la madre de Elaine cambio, tomo del mentón a su hija.
- Más vale que cambies esa cara, es tu boda. No un funeral.
- Eso trato mamá, pero no puedo... Yo...-las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos-.
- Controlate, sólo respira profundamente y estarás bien. Puedes hacerlo.
Chase bebía un trago sentado en la sala. Era la primera vez que el alcohol le sabía tan amargo, incluso le costaba poder pasárselo. Su padre fue por él, era la hora de partir hacía la iglesia.
- ¿Justo hoy tenías que beber? -Pregunto molesto -.
- Descuida padre, ya sabes cómo son estas cosas de los nervios por mi maravillosa boda - Respondió Chase con sarcasmo-.
Su padre solo negó serio y lo sujeto del brazo llevándolo al auto. Chase parecía una marioneta, no opuso resistencia.
No le molestaba el hecho de casarse con Elaine, le molestaba el hecho de que ella lo utilizará y rechazará nuevamente.Se perdió en sus pensamientos, recordando una y otra vez la noche en que se conocieron, la primera que pasaron juntos. Cuando lo hicieron en el auto, ¿Porque Elaine se negaba a aceptar que también sentía lo mismo?
Podría negarlo, pero esa última vez Chase pudo sentirlo en la manera en que conectaron, sus besos y caricias llegaron hasta lo más profundo de su alma. Esa sensación no era solo de un simple acostón.
Sin darse cuenta habían llegado a la iglesia, algunos invitados ya habían llegado junto con la prensa. Él y su padre saludaron a todos. Chase se quedó cerca de la entrada esperando a Elaine. Su padre aprovechaba para hablar con sus socios y amigos.
Incluso en la boda de su hijo no podía perder la oportunidad para hablar de negocios.
El auto se detuvo, Elaine sentio que se quedó sin aliento. El chófer bajo y le abrió la puerta extendiendo su mano para ayudarle a bajar.
Ella levanto la vista y al ver el rostro del chófer su rostro palideció.- Dylan... -susuro-. ¿Porqué tú...?
- Yo lo contraté -Le interrumpió su madre y la tomo de la mano-. Para que vea que nunca estará a tu mimo nivel, y sepa cuál es su lugar.
- Espero que sea muy feliz señorita, -se acerco a su oído y susurro-. Aún estás a tiempo mi amor, estaré esperándote en el auto.
Beso su mejilla y se retiro de ahí mientras la madre de Elaine lo fulminaba con la mirada.
Chase los observaba desde la distancia, no sabía lo que el chófer le había dicho a su prometida pero era obvio que le habia afectado, ¿Porque un simple chófer se tomaría tantas confianzas?
- ¿Porque te quedas parada? -decia para si mismo-. Ven, y terminemos con esto.
Louise casi obligo a Elaine a moverse y saludar a los invitados, el padre salió avisando que ya podían entrar. Chase miro por última vez a su prometida y entro para esperarla en el altar.
- Date prisa hija, no puedes dejar esperando a tu prometido.
- Mamá... No puedo hacerlo... No lo amo, podríamos buscar otra manera para pagar nuestras deudas y... -La abofeteo-
Había aprovechado que ya todos estaban dentro de la iglesia para reprender a su hija.
- Escúchame Elaine, ya estamos aquí y no permitire que nos hagas quedar en ridículo, y mucho menos que dejes a Chase plantado. Vas a entrar y te casarás con él, es tu obligación salvarnos de la vida miserable que nos dejó tu padre.
Elaine asintió conteniendo las lágrimas, y justo cuando entro del brazo de su madre, la marcha nupcial llamaba la atención de todos indicándoles que la novia hacia su entrada.
Caminaron hasta Chase y Louise le entrego la mano de Elaine.
- Dejo en tus manos la vida de mi hija, -Le sonrió -. Cuídala bien hijo.
Chase se limitó a asentir con una enorme sonrisa falsa, se acomodaron y la misa comenzó.
- Por un momento creí que me dejarías plantado. -Susuro Chase-.
- Lo haría si pudiera....-Susurro -.
Una hora después salieron de la iglesia como marido y mujer ante los ojos de Dios. La boda por el civil y la recepción sería en el jardín de la casa de los Clifford.
Los invitados se acercaban a ellos para felicitarlos, estaban por subir al auto pero Elaine se detuvo.
- Debo ir al baño.
- ¿Justo ahora? ¿No puedes esperar?
- ¡No!
Se alejo rápidamente y se metió a la iglesia, corrió deprisa para salir por la puerta trasera. Buscando desesperadamente a Dylan,vio el auto y corrió hacia el. Era su oportunidad para recuperar su antigua vida.
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El Contrato
Teen FictionChase Crawford hijo del magnate dueño de las televisoras más importantes del país, Josh Crawford. Cansado de que su hijo no siente cabeza y sus prioridades sean las mujeres y los excesos buscará a la esposa perfecta para él. Chase no estará dispu...