Capítulo 11. Una Ilusión.

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Elaine correspondió el beso, Chase se separó luego de unos segundos la ayudo a bajarse y la ayudo a recostarse en los asientos traseros del auto. Se colocó sobre ella cerrando la puerta.

Ella le sonreía de manera coqueta, Chase se quitó el saco y se acomodó sobre ella besándola. Elaine se aferraba a él disfrutando de sus caricias por completo. Esta vez está del todo consciente de lo que hacía.

Bastaron sólo unos minutos para que los vidrios del auto se empañaran mientras éste se mecía levemente. Dentro el auto ambos jadeaban entre besos. Hasta que ambos llegaron al clímax. Chase se quedó sobre ella mientras recuperaba la respiración.

Se levantó para que ambos pudieran sentarse y vestirse, se pasaron a los asientos delanteros y la llevó a su casa.

- ¿De verdad no quieres pasar la noche conmigo? -pregunto Chase con una sonrisa-.

- No quiero que se confundan las cosas, no negaré que hay cierta química entre nosotros pero no siento nada por ti. Si seguiremos haciendo esto lo mejor es no involucrar los sentimientos. -dijo Elaine seria-.

Chase bufo molesto.

- No sé porque sigo esperando algo de ti, al fin y al cabo esta mierda es falsa al igual que tú. Te veías bastante inocente e ingenua pero se te da muy bien manipular los sentimientos de otros.

Detuvo el auto al llegar a la casa de Elaine. Ella se bajó también molesta.

- Yo no te debo nada, tú eres quien se desilusiona con tus expectativas. Un consejo, no esperes nada de nadie y no saldrás lastimado.

Dijo y entró a la casa subiendo directamente a su habitación.
Chase no llego a su casa esa noche. Al día siguiente Elaine fue a la Universidad, saludó a Ashley como siempre.

- Hoy te ves muy seria, eso es raro de ti -comento Elaine-.

- ¿Enserio? -suspiro-. Lo siento Elaine, pero debes saberlo. Mi hermano se va a casar con la chica con la que te engañaba.

Sacó la invitación de su mochila y se la entregó. Elaine tenía los ojos rojos.

- No puede ser cierto, debes estar mintiendo....

Abrió la invitación, sería un mes después de la de ella.

- Él dijo que te la entregara, te invito.

Elaine guardó la invitación en su mochila y se fue corriendo al baño. Se metió a uno, levantó la tapa y empezó a vomitar.

¿Cómo podía ser tan cínico Dylan? ¿Cómo podía atreverse a invitarla?
¿Porqué no podía dejar de herirla?

Se lavó el rostro, sus manos le temblaban. Sólo deseaba con todo su corazón poder olvidarlo. Ya no quería sufrir más, ya no lo soportaba.

Ashley la esperaba afuera con una gran sonrisa mientras escribía en su teléfono.

"Lo siento hermano, a ella no le importo que te fueras a casar, ella sigue igual que siempre".

Elaine salió del baño, se veía muy mal.

- ¿Quieres que vayamos a otro lugar par que te despejes?

- No... supongo que me merezco lo que Dylan me está haciendo.

- ¿A qué te refieres?

- A que yo también lo engañe hace tiempo, estaba ebria pero eso no lo justifica. De todos modos ya nada importa él va a casarse y yo...también lo haré.

La expresión de Ashley se endureció.

- ¡¿De qué mierda estás hablando?!

Elaine sacó el anillo de su bolsillo y se lo mostró. Ashley apretó los puños furiosa. Caminaba nerviosa de un lado a otro.

- Esto debe ser una maldita broma, Elaine, ¿Qué estupidez hiciste?

- No tuve opción. Necesitábamos el dinero.

- No me salgas con eso, me debes una explicación -la tomó del brazo con fuerza-.

- Yo no te debo nada Ashley, y me estás lastimando. Quiero irme de aqui así que suéltame.

Ashley la soltó fulminandola con la mirada.

- No eres más que una zorra cazafortunas.

Elaine sólo salió corriendo de ahí, tenía el alma destrozada. No sólo había perdido de manera definitiva al amor de su vida sino también a su mejor amiga.

Estaba completamente sola ahora.

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora