𝙷𝚘𝚋𝚒𝚎 𝚢 𝚜𝚞 𝚊𝚕𝚘𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚊𝚖𝚘𝚛 punck

Buenas charlas

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Desde que charlaste con el siempre que te lo encontrabas hablabas con el sobre gustos músicales, comida entre otras cosas, te agradaba hablar con el más por que siempre sacaba cosas del Gobierno, se notaba que odiaba el Gobierno y como podía perjudicar a los pueblos en vez de ayudar, te intrigaba su forma de ser ante las reglas, y más por que tu tenías que seguir las reglas de Miguel para que no te encierre.

Por que siempre haces lo que Miguel te pide? - dijo mientras tu estabas agarrando su desayuno- bueno es mi jefe tengo que hacerlo- dijiste riendo pues si era tu jefe por el trato que hiciste con el- pero aunque sea tu jefe no siempre tienes que hacer lo que te pide- dijo acompañandote para la Oficina de Miguel- ya se pero no tengo otra opción - dijiste abriendo la puerta, caminaste hacia el escritorio de Miguel con Hobie estando atrás de ti.

Ten Miguel tu desayuno- le dijiste poniendo su comida en su escritorio- veo que tienes algo pegado- dijo refiriéndose a Hobie no le prestaste atención y tu y Hobie fueron a tu escritorio para seguir hablando tranquilos - bueno y no me has dicho por que sigues las reglas de ese amargado- soltaste una risa pues Miguel lo escucho y solo rodo los ojos- pues te lo diré pero hoy no- empezaste a acomodar los informes mientras Hobie te veia- jaja bien nos veremos luego- se despidió de ti saliendo de la Oficina, lo viste alejarse y sonreíste pues a pesar de su personalidad ruidosa no es insistente como creías.

Solo que no se te pegue lo rebelde de el ___- dijo Miguel sacandote de tus pensamientos, giraste a verlo sorprendida - no por que me junte con un rebelde significa que seré rebelde aparte ya soy rebelde antes de conocerlo- dijiste con una sonrisa pues aveces hacías una que otra travesura pero no muy seguidas ni muy pesadas no querías que Miguel se enojada de verdad contigo y estar con las otras anomalías encerrada.

Estas advertida- dijo con seriedad dirigiendo su vista a sus hologramas - acomodaste todo! - solo reias pues sabias que a Miguel no le gustaba que reacomodaras sus hologramas - te lo mejore en la última carpeta están los videos de tu hija- dijiste señalandola y abriendolo- y sigo diciendo que debes perdonarte- Miguel se tenso pero no dijo nada solo vio el holograma sin decir nada, te alejaste para seguir con tu trabajo mientras Miguel seguía con lo suyo y el la Oficina se escuchaba las risas de su hija y su voz.