Félix estaba siendo trasladado hacia el hospital más cercano, mientras Samy iba junto a sus amigos hacia ese mismo hospital, sentía en su pecho un ardor inusual, algo que le decía que era su culpa que ese accidente acabaría con su felicidad y con su vida entera.
Samantha estaba nerviosa y con los ojos hinchados, el llanto que le había provocado el hecho de ver a Félix inconciente, no se comparaba con nada.
Llegaron, ingresó rápidamente sin permiso al cuarto en donde se encontraba Félix, se sentó en la cama mientras acariciaba su cabello.
Déjame que vuelva a acariciar tu pelo, déjame que funda tu pecho en mi pecho, volveré a pintar de colores el cielo...
- Por favor, vuelve, no mereces nada de esto.- acarició sus mejillas mientras sus lágrimas caían sobre las manos de él.
El amor que Samantha sentía por Félix era inigualable, nadie podría llegar a sentir lo que ella, era indescriptible.
Un sonido en la máquina de al lado alteró a Rivers, mientras ella llamaba rápidamente a una enfermera, el sonido se esuchaba más y más fuerte.
Samy salió de la habitación, mientras esperaba que alguna enfermera atendiera a su novio, estaba llorando de una manera descontrolada, no podía aguantar las ganas de morir en ese momento al mirar el rostro de Félix, que estaba golpeado.
Fue directamente a buscar a sus amigos, mientras por sus ojos caían lágrimas, cada segundo aumentaba su tensión y su nerviosismo, puesto que no sabía si su novia saldría bien se sentía culpable por todo lo que había pasado.
Entre murmullos y sollozos, Samantha logró decir unas últimas palabras antes de sentarse y poder esperar respuestas.
- Si algo le pasa no me busquen, no me van a poder encontrar, no seré la misma y mi vida se habría acabado.
Sus compañeros trataron de dejarla descansar, pero nada daba resultado.
Samanta se quedó dormida en el sillón de espera del hospital, por lo que Osvaldo tuvo que llevarla hacia el auto, para dejarla descansar en su casa, y al siguiente día, poder regresar a ver si Félix se encontraba en un mejor estado.
Siguiente día.
Samanta despertó, se dio cuenta que su novio aún continuaba en el hospital, y que nadie había llamado o dejado un mensaje para saber si estaba mejor, o de algún modo tener noticias sobre él.
Ari y Osvaldo habían dormido en casa de Samanta, por si necesitase algo y para poder salir mucho más rápido hacia el hospital, por si tenían noticias de Félix, pero nada de esto sucedió.
Rivers se levantó de su cama y fue directamente al baño, tomó una ducha, hizo su cuidado personal, y se cambió de ropa, fue hacia la sala a despertar Osvaldo y a Ari para que la llevasen al hospital No podía estar un segundo más sin saber nada de Félix, era un martirio.
Su vida estaba completamente cambiada, de un día para otro todo se había vuelto gris, no es que lo necesitase con todas sus fuerzas, o que dependiera de él simplemente se sentía bien con él, amaba estar con él, lo amaba a él.
Llegaron al hospital, lo primero que hicieron fue preguntar si el paciente había despertado o había pasado algo, claramente Samanta estaba mucho más interesada en el tema que sus amigos, aunque cabe recalcar que ninguno de ellos la dejó sola en ningún momento.
(Mañana o más tarde subiré otro Cap, gracias por leer!)
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¿Dónde está el amor?
Science FictionFinal feliz , historia sobre Rivers y Producción, avanzará un poco rápido.