16. Los peces

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Jacke

—¿Que hacemos ahora? ¿Como la sacamos? hay muchos peces— Valeria lo piensa.

Estoy muy sorprendido, de verdad no pense que la encontraríamos, bueno aún no sabemos si es la piedra pero lo más seguro es que si lo sea.

Creo que es porqué la piedra tiene tanto poder que trae a los peces para protegerse, no sé si estoy inventando pero podría ser.

—¿Crees poder entrar al agua con esos peces ahí?— pregunto Vale.

—No creo, es peligroso.

—Queda entonces esperar a que se tranquilicen los peces un poco y luego entras al agua ¿Va?— propuso.

—Va— respondí..

Nos alejamos del río y me recoste a la  pared, la cual está un poco húmeda. Valeria se recostó en mis piernas y miraba hacia arriba, no pude evitar mirarla mucho y acariciarla, están pero tan bonita y delicada, su piel es muy suave, sus ojos hermosos, sus labios carnosos y rojos, y sus mejillas grandes, a la cuales se le hacen huequitos tierno cuando se sonríe...*Suspiró mental*... De verdad todo en ella es perfecto, ella es perfecta para mí.

—¿Como era antes?— pregunto y dejé a un lado mis pensamientos.

—¿Que cosa?

—Yo... ¿Era igual? ¿O diferentes? Me refiero a mi forma de ser.

Como le explico que era tan diferente, que cambió en todo, hasta en como camina.

Me dio un poco de risa pensar en cómo era antes, Valeria me miró un poco confundida.

—Pues... Eras muy diferente. Cambiaste hasta en lo físico....

—¿Como era? ¿Más fea?— Hizo una mueca rara y yo reí.

—¿Tas loca? Tu no eres fea, eres hermosa— me sonríe. Mi corazón se paró por un momento al ver su sonrisa tan tierna. —Eras un poco más amigable ¿Sabes?, te llevas bien con todo el mundo, solo que eras muy penosa, te daba pena hasta ir a la tienda, tu mamá te decía pendeja por eso...

—Aun me lo dice...

—Tambien eras muy sonriente, nunca estabas amargada, o cuando estabas amargada no se te notaba porque siempre tratabas de estar con una sonrisa... Eras inocente, te lo digo en todos los sentidos. —levanta una ceja, y su mirada me dice que no me cree lo que digo— tanto que un día te dije que fuéramos a mi casa a ver la película de 50 sombras de Grey y que hiciéramos lo que hacen ellos, y me respondiste "Bueno vamos"— Me eche a reír al recordar ese día, cuando se dio cuanta de lo que íbamos a hacer quería salir corriendo del cuarto.

—¿Era tan pendeja así?

—No eras pendeja, eras inocente.— se levantó y se sentó frente a mí para mirarme y escucharme mejor.

—¿Pero luego entendí lo que ibas a hacer y no me deje verdad?— pregunto y sinceramente no quiero respóndele.

—Pues...

—Ese día me violaste...

—Pero te gustó.

—iu— frunció el ceño y me miró con asco.

—En ese momento no dijiste eso...

—¡Ay callate!— chilló

—Es la verdad.

—Estas diciendo que era inocente en todos lo sentidos.

—Ahí creo que me equivoqué... Eras muy inocente pero para eso no.— Se queda pensando

—¿Y.... Era buena?

Ay dios mío.

¿Que si era buena?

Ella no sabía nada de lo que hacía en esos momentos, pero si lo hacía bien. Es como que no sabía y eso gusta más. Algo que pocos entenderán.

—Si, la verdad.— se puso roja y miro hacia otro lado apenada.—No te pongas así, mira que ver esa cara me hacen recordar cosas que no me gustan recordar.— me mira fijamente, mis ojos se aguaron. Tantos recuerdos llegaron a mi mente, en un solo minuto, quería abrazarla y decirle lo feliz que me hace verla aquí con conmigo. Quisiera decirle pero igual se que ella ya no siente nada por mi y no le importara mucho.

—¿Recuerdos como cuáles?

—No sé si pueda...

—¿Buenos o malos?— me interrumpe. Supongo que noto que no me es fácil.

—Hermosos— respondí y una lágrima se me escapó. Ella se me acerco y limpio mis lágrima, me miró a los ojos por unos minutos hasta que finalmente me abrazó.

Fue el mejor abrazo que me han dado en todos estos años, esto me hace sentir tan bien, tan feliz, tan enamorado. Quisiera nunca soltarla, quisiera que siempre estuviera a mi lado.

Valeria

Juro que quiero llorar, no se porque, pero quiero hacerlo. Mi corazón late a millón, me está costando hasta respirar.

Me siento entre: feliz, triste, asustada y  apenada, entre muchas otras emociones, hay una lluvia de emociones en mi, que no se como controlar.

Quisiera poder recordar, quisiera poder recordar mis momentos con este hombre al igual que mis momentos con mi hermana, es mi único deseo, poder recordar quién era antes.

—Gracias.

—¿Por?— me alejo un poco de él, quedando cara a cara.

—Por ese abrazo— dice entre lágrimas.

—De nada. Tu me dices si quieres otro— sonreí un poco y él también.

Momento incómodo.

—Si, pero también quisiera otra cosa— mira mis labios—, pero ya es mucho.

No me siento segura de hacerlo así que no. Le di otro abrazo y un beso en la mejilla.

Trate de terminar el momento incómodo mirando hacia el río, también lo hice para ver si ya se calmaron esos peces, pero siguen en lo mismo, solo que ahora veo más de ellos.

—¿Pareciera que hubieran más cierto?— pregunté

—La verdad si

Se siento de la nada un temblor pero aunque no tan fuerte igual de asusté.

No tengo explicación para esto la verdad.

—Bueno.... Aqui nos vamos a quedar un buen rato...

La Piedra De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora