5- Cooking

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"Esto es inusual".

—Ya habré la maldita puerta, Ilusiones. Porque la tirare si no lo haces.

"No creo que quieras en tu historial una demanda por perjuicio a la propiedad privada, bebé...".

La voz ronca de Camie se interrumpió en el intercomunicador, ella tosió alejándose del dispositivo, sonaba como si estuviera a punto de echar su estómago entre cada arcada. De manera inconsciente, Bakugou llevo la mano a la puerta y la extendió, como si estuviera a punto de lanzar explosiones para abrirse paso e invadir su departamento. Debió haber sabido que ella no estaría bien.

El Quirk de la semana pasaba había atacado de forma silenciosa. Muchos otros pasantes se habían visto afectados de inmediato, así que cuando Camie no cayó en primera línea a pesar de verse expuesta, pensó que estaría bien. Que había salido suertuda al igual que el grupo en el que estaba él. Pero tal parecía que el Quirk de enfermedad había logrado infectarla manifestando sus efectos un tiempo después.

Ahora ella se escuchaba muy miserable. Se había dado cuenta de su posible estado por un desliz del idiota de Shishikura, cuando durante la patrulla había suspirado con molestia como Camie podría cumplir con facilidad cierta actividad de la misión y Bakugou se dio cuenta que ella había estado ausente los últimos días de las misiones en conjunto con Shiketsu. El raro de Mora confirmó sus sospechas y tal parecía que, efectivamente, Ilusiones había caído víctima del Quirk de enfermedad del sucio villano donde trabajaron en conjunto.

Los efectos se pasaban solos, y tampoco se transmitían a alguien más a menos que estuvieran en contacto con el infectado cero; pero eso no significaba que el tiempo mientras desaparecía no hiciera sentir miserable a las personas.

Al principio, había pensando en meterse un poco con Camie Utsushimi. Durante su último año como pasante, la chica se había vuelto bastante molesta, para su desgracia, ella había tenido un par de pasantías con Uwabami y en la agencia de Hawks, y Best Jeanist estaba bastante relacionado con esos dos. Camie había aprovechado su oportunidad en acercarse a él de una forma bastante entrometida.

—Creo que a ella le gustas, Katsuki —Se había reído Jeanist después de terminar el papeleo mientras su pupilo crujía los dientes y hablaba de lo molesta que era Ilussion Camie—. Parece que estuviera tratando de llamar tu atención.

Bakugou agitó de forma agresiva la cabeza, no quería que precisamente ahora esas conversaciones maliciosas de su mentor se estuvieran deslizando. Jeanist no tenía derecho a opinar sobre gustos, él tenía a una mujer loca como pareja, seguro Uwabami ya le había lavado el cerebro con su tontería romántica y estaba empezando a nublar el juicio del héroe profesional.

Estaba aquí por una revancha, cuando cayó en el hospital por una misión, Camie lo había torturado con su presencia casi todos los días. Trataba de darle comer como si fuera un inválido y le acariciaba la cabeza como un niño, si realmente quería ayudarlo a sentirse mejor ella hubiera tomado sus cosas y lo hubiera dejado en paz. Había estado tan inmóvil que no había podido echarla de la habitación ni tampoco pegar gritos para que se fuera o el médico lo miraba mal, así que tuvo que tolerarla, a ella y a su molesta sonrisa despreocupada que no podía concentrarse en una sola cosa durante cinco minutos. La forma en que ella cambiaba de tema lo había mareado más que la medicina.

Ahora tenía la oportunidad de hacerle saber lo incómodo que se siente cuando alguien te mira en un estado vulnerable y decide seguir a su lado a pesar de que todo lo que quiere es estar solo.

Explosive Illusion | BakuCamie Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora