I.- Venganza

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Después de que Moxy y sus amigos pasaran con éxito la prueba y de que el rubio y perfecto Lou revelara su fea verdad, se le asignó un duro castigo.

¡No! ¡Esperad! ¡¿Sabéis cuánto vale este traje?! ¡Sólo se puede lavar en el tinte!—. Gritaba Lou desesperadamente.

Sin más, el perro robot lo metió en la lavadora. Nolan la encendió y, mientras los demás muñecos estaban  distraídos por el portal, el de pecas observaba como el rubio era lavado con una pequeña sonrisa victoriosa. La lavadora avisó con un pequeño pitido cuando acabó con Lou. Esta se abrió, empujando a Lou con los restos de agua que habían quedado y que fluyeron nada más abrir esa enorme puerta.

¿Quién es el perfecto ahora, Louis?—. Preguntó el de ojos bicolor con un tono burlesco. Ese tonito hizo sacar de quicio al rubio.

—¡C-Cállate! Sabes de sobra que sigo siendo mucho más perfecto que tú y que todos estos muñecos.

El pecoso le hizo un gesto de burla con la lengua. El rubio con frustración le siguió el juego.

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Después de inaugurar oficialmente Imperfección, los muñecos empezaron a cantar al unísono y con mucho ánimo y alegría. Mientras Nolan cantaba con los demás muñecos, divisó a lo lejos al rubio narcisista con una fregona y una cubeta llena de agua y jabón.

Disfruta siendo el conserje, "chico perfecto".

—Serás hijo de-.. ¡Ugh!—. Lou ahorró las malas palabras, de nada servía meterse con él.

Nolan solo se limitó a dejar salir una pequeña y adorable risita, le gustaba sacar de quicio a Lou. Aunque, en realidad lo que le gustaba era ver qué cara ponía, su cara de enfado lo hacía ver muy sexy... Diría que demasiado.

Lou siguió limpiando los suelos mientras Nolan a su lado y con una sonrisa burlesca seguía cantando con los demás muñecos. En un descuido, el rubio cayó al pisar el suelo mojado. El pecoso, al ver esto, soltó otra pequeña risita y le extendió la mano para ayudarle. Lou tomó su mano y tiró de esta, haciendo que Nolan cayera al suelo también. El de ojos océano soltó una gran carcajada, se había puesto rojo de tanto reír. Nolan observó cómo se reía y poco a poco se le fue contagiando la risa.

Al cabo de unos minutos, los dos estaban en el suelo muriéndose de risa hasta que uno de los dos se levantó, ofreciendo su mano al otro.

¿Por-... Por qué me ayudas?—. Lou le miró extrañado, no tenía sentido que ese "chico imperfecto" le hiciera burla y ahora lo estuviera ayudando, aunque pensó que simplemente serían modales y ya.

Bueno, no te iba a dejar ahí tirado.

El narcisista tomó la mano de Nolan, este le ayudó a pararse y le ofreció una adorable sonrisa.

—No necesito de tu ayuda, feo...

—¡Oh, vamos! No seas tan serio—. Nolan tomó las dos manos del contrario, las posicionó en sus caderas y entrelazó sus propias manos por el cuello del de ojos azules.—¡Baila conmigo!

Nolan comenzó a girar, haciendo que el contrario girara con él. El de ojos bicolor seguía cantando con los demás muñecos, irradiando alegría con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

O-Oye, ¿qué haces?—. Se separó inmediatamente de él.

¡Oh no! El señorito Louis es demasiado perfecto como para bailar con alguien tan feo como yo.

Nolan comenzó a llorar falsamente. El contrario lo notó al instante, aunque la verdad es que el pecoso hizo que se notara su falsedad aposta simplemente para molestarle más. Lou decidió seguirle el juego

¡Oh, que pena! Siento haberte hecho llorar, Noly querido~—. Empezó a llorar falsamente también, pero a diferencia de Nolan, este paró de hacerlo después de unos segundos. —Como si me importara alguien tan feo como tú...

—¡Hey! Bueno, pues... ¡Yo al menos no fui metido a la lavadora!

—¡Oh, claro! ¡Gracias Noly querido por meterme en esa gloriosa lavadora!

—Pues si que deberías agradecerme... Las demás propuestas de castigo se limitaban a tu muerte, así que denada—. El pecoso le dió otra de sus sonrisas burlonas, irritando más a Lou.

Ugh... No te daré las gracias, me has arruinado mi traje y mi pelo.

—Ya bueno... Pues yo te doy las gracias por habernos causado tantas inseguridades.. Yo ya sé que soy feo y todo eso. Que mis mechones verdes, mi heterocromia y mis pecas son desagradables... Pero no hacía falta humillarme de esa manera y colocarme ese estúpido cártel...

Lou observó con antencion la expresión del pecoso, parecía como si tuviera ganas de llorar. Y claro que las tenía. Ahora le daba vergüenza salir a la calle con lo "feo" que era por los comentarios que diría, aunque ahora los uglydolls y perfectdolls vivieran en paz y armonía.

Oh, yo...—. El rubio se quedó sin palabras, no sabía que criticar a los demás generaría inseguridades. Por por primera vez, sintió un poquito de compasión por alguien.

Nolan se fue de allí sin decir ninguna palabra, entró en su casa y se acostó boca arriba en su cama mientras soltaba un gran y largo suspiro.

La verdad era que Lou lo traía babendo desde que llegó a Perfección. Obviamente no le diría nada de eso. De que su sonrisa, sus ojos, su pelo, sus labios, su cuerpo, y esa forma de coquetear hasta con una sola miradita lo traía loco. Pero sí que le dolió bastante que lo criticara, y además delante de todo el mundo. Imagina que la persona que te gusta se burlara de tí delante de todo el mundo, resaltando tu fealdad y tus partes del cuerpo diferentes a lo "normal". Y no sólo fue Nolan, fueron muchos muñecos los que desarrollaron inseguridades por los crueles comentarios de Lou.

Aunque Nolan se arrepintió un poco de haberlo metido en la lavadora, sabía que Lou se lo tenía merecido. Incluso sabiendo que todo este tiempo él fue el malo, seguía babeando por él. Era simplemente inevitable.

Cada vez que le veía sentía como su corazón se aceleraba y temía que alguien lo escuchará.

Sin más se cambió de ropa a su cómodo y calentito pijama y se metió a la cama, apagando la luz y mirando hacia arriba.

Mañana será mejor—. Afirmó decidido. Se tapó con las sábanas y se durmió.

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Lou estaba dispuesto a dormir plácidamente. Este no cenó puesto que la comida se la preparaban los robots, pero ahora no los tenía y no sabía cocinar. Simplemente se lavó los dientes, se puso su pijama color azul con rallas blancas en vertical y se metió a su cama, no sin antes pensar en la expresión de ese pecoso... Jamás había visto una expresión así. No sabía que hacer en ese tipo de situaciones, pero por alguna razón su corazón se encogió al verle así.

El rubio finalmente consiguió dormirse y se sumergió en un plácido sueño.






¡Gracias por leer! ¡AYPS!

¡Eres Imperfecto, y Punto! /{Lou x Nolan}/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora