V.- Primera visita

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¡Bienvenida de nuevo, Mandy!— El alcalde habló alto y claro, dirigiéndose hacia aquella hermosa chica y dándole un gran apretón y abrazo de bienvenida.

—¡Alcalde Ox! Veo que le tienes mucho cariño a Imperfección, ¿no deberías estar con tu niño?—. Habló la pelirroja con una mano en la cadera.

—¡Bah! ¿Quién sería el alcalde entonces? ¿Lou?

Acto seguido, los dos rieron juntos.

Mientras que la multitud vitoreaba y aplaudía a la muñeca negra, un rubio observaba con mucha rabia todo el escenario desde la casa de un.. ¿amigo?

Mandy... ¿Qué hace "esa" aquí?

Nolan giró la cabeza para poder contemplar el rostro enojado de Lou. Rápidamente sus mejillas se tiñeron de un leve rubor y volvió a girar la cabeza hacia aquella multitud para calmarse y analizar la escena.

Umm.. ¿N-no lo sé? Puede volver a Imperfección, cuando quiera y siempre que quiera, así que.

Lou miró a Mandy con ojos llenos de ira, ella era una traidora.., una muñequita débil e insignificante que era imperfecta y se unió al enemigo porque no podía derrotarlo. Todos eran traidores, todos, y no cambiaría de parecer por nada del mundo.

Maldita Mandy...— Susurró.

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—¡No te pongas así! ¿No sois amigos?

—¿¡Amigos!? Jamás sería amigo de alguien como... ¡Ella!

De vuelta a la oficina de Ox, un rubio y castaño se encontraban sentados frente al alcalde y su gran amiga de gafas.

Solo serán unos días, ¿de acuerdo? Al menos hasta que lleguen Moxy y los demás.

— ¡No, no y no!

El perfeccionista se cruzó de brazos y miró a otro lado con cara de rabieta, no iba a aceptar ni por un millón de años que Mandy le diera clases de ética y moral, antes muerto.

Al comprobar la actitud de su "paciente", miró a Nolan con cara de "haz algo por favor".

—U-Uh... ¿Lou?— Tomó al chico del hombro con timidez, logrando que le preste a él un poco de atención. —Yo creo que es una buena idea. Quiero decir, mientras más ayuda tengas, antes te darán tus pertenencias... ¿No?

El ojiazul volteó a ver a Nolan y pensó. En parte tenía razón, pero por otra... No queria lidiar con esa traidora.

—Ugh, está bien, lo que tú digas...— Bufó y murmuró cosas inentendibles.

Después de la sesión de terapia de Lou, Nolan y él se fueron de allí, el rubio bastante malhumorado.
El bicolor, por un momento, quiso tranquilizar a Lou tomándolo de la mano.

Caminó a su lado, y lentamente acercó su mano a la del contrario, casi rozándola con el dedo índice.

¿Te lo puedes creer? ¡Esa muñeca me va ha dar clases! ¡Dónde se ha visto que los muñecos imperfectos me den lecciones a mí!

Nolan retiró su mano automáticamente y se ruborizó levemente por darse cuenta de lo que estaba haciendo.

Uhh...

El de cabellos de oro comenzó a hablar. Hablaba y refunfuñaba. Se quejaba de la imperfección de todos, él era el muñeco más perfecto y no merecía ser tratado de esa forma. Es más, él era el que más se merecía tener un niño con el que jugar.

Nolan simplemente le observaba perplejo, oyendo todas las barbaridades que Lou soltaba de aquella linda boquita. Hasta que estalló.

—¡Basta ya!— El de cabellos castaños se tornó de un color rojo furia, exactamente lo que sentía en aquél momento. El contrario se calló al instante y le miró con sorpresa, Nolan no era alguien que perdiera los papeles tan de repente.

—¡No te soporto más, Lou! ¿De verdad te crees perfecto? ¿En serio piensas todo eso?

Lou levantó una ceja.

—¿Algún problema con eso, feucho?

Nolan se acercó lentamente hacia él mirándole, por primera vez, de forma desafiante.

—Si tanto asco nos tienes... Pues quédate sólo, no quieres rodearte de gente imperfecta, ¿a qué no?

Sin más que decir, Nolan se dió media vuelta y se dirigió a su casa.

Lou simplemente le siguió con la mirada, aún en trance por lo que había pasado justo ahora.

—... Está bien.., ¡Vete! ¡No te necesito!

Esas fueron las palabras del prototipo, pero muy dentro de él gritaba "no te vayas".

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Lou volvió a su casa. No cenó nada, pues no sabía cocinar, y aunque lo hiciera, comería solo. Simplemente se puso su pijama y se sentó en su cama listo para irse a dormir, sólo. Se acostó en la cama y cerró los ojos.

De repente, recordó aquella cama, su cama, la cama de Nolan.

Mierda... ¿De verdad no podia dormir simplemente por recordar lo blandita y calentita que era esa cama comparada con la suya? Ok, sí, fue la mejor cama que había probado en su vida pero... ¿Por qué se había vuelto tan especial para él?

Entonces cayó en cuenta. Se levantó de la cama y miró la hora. Apenas habían pasado 3 horas y eran las 00:30 p.m.

Comenzó a vestirse, no con su típico esmoquin, si no con la primera prenda de ropa que pudo ver en la oscuridad. Corrió y corrió como pudo de forma ágil y rápida, el era el profesor de las pruebas para ir al gran mundo después de todo, tenía sentido.

¡Nolan...!— Al no recibir respuesta comenzó a tirar piedras a su ventana.

—¡¡¡Nolan!!!

Finalmente, pudo ver una cabellera con mechón verde asomarse por aquella ventana. Vió como, desde la ventana, le dió una mirada de sorpresa seguido de un inaudible "¿¡Lou!?" Debido a la ventana.

Se oyeron golpes, sonidos de cajones abriéndose y pasos fuertes y rápidos; hasta que el prototipo vió como se abría la puerta de par en par.

—¿Lou? N-No lo entiendo.... ¿No deberías estar durmiendo?

El heterocromático permanecía con una expresión adormilada, le habían despertado a mitad de la noche después de todo, y encima cuando su sueño se estaba poniendo demasiado interesante. Que fastidio...

Se frotó los ojos para poder ver mejor. Y vaya que si lo hizo.

—Lou... ¿Por qué....? ¿¡Por qué estás vestido así!?

El de verde le veía de pies a cabeza con una expresión de horror.








Gracias por leer ¡AYPS!

¡Eres Imperfecto, y Punto! /{Lou x Nolan}/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora