II.- Sólo yo puedo hacerlo

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Nolan despertó de su profundo sueño. Había dormido tan bien que estaba de muy buen humor, más de lo habitual. Decidió visitar a Lou, nunca lo admitiría, pero él hasta vendería sus riñones (si es que tenía...) con tal de ver otra vez esa cara de enfado de Lou. ¿Cómo demonios era tan sexy incluso enojado? Definitivamente ese Lou era la perfección en persona.

Salió de su casa vistiendo su uniforme escolar habitual, los muñecos en la calle convivían armoniosamente, y eso alegraba más al castaño. Divisó a Lou a lo lejos, este estaba preparándose para limpiar el escenario donde anteriormente lució su canción "The Ugly Truth".

Cuando más se iba acercando, se dió cuenta que al lado del de ojos azules estaba Ox con unos papeles.

A las 18:00h te quiero en mi despacho, habrá que corregir esa conducta tuya... No quiero que perjudiques a más muñecos ni les causes inseguridades—. Habló firmemente el conejo verde.

El rubio solo asentía repetidamente sin interés.

¡Buenos días alcalde Ox!¿Qué estáis haciendo?

Buenos días pequeño Nolan, simplemente hablaba con Lou sobre corregir su vanidad. De hecho, ya que Moxy no está, tú podrías ayudarme

¿Y-yo?

¿¡Qué!? No me digas que me vas a encerrar en tu despacho con... "Este"— Intervino Lou un poco asqueado y horrorizado por la simple idea de estar a solas con Ox y Nolan.

Es por tu propio bien Lou. Las sesiones serán todos los días a las 18:00 p.m. como hoy. Si veo que cambias tu forma de ser, se te cambiará el puesto de conserje y se te devolverán tus robots.

Ajam...— El de traje seguía sin prestar atención, hasta que oyó lo último que mencionó el alcalde.

P-Pero no creo poder ayudar, alcalde Ox... Yo-. — El de pecas fue interrumpido por una repentina mano en su boca. Esta era del rubio, que miró al conejo con una sonrisa nerviosa de oreja a oreja.

¡Allí estaremos Ox, no lo dudes!

¡Así me gusta! Adiós chicos.

Lou vio como Ox se iba alejando hasta su casa, todavía con esa sonrisa nerviosa. Cuando lo perdió de vista, cambió a una expresión seria y miró a Nolan con una con una mirada que perfectamente te podría clavar 99 cuchillos mínimo.

Escuchame rarito...— Lou tomó la corbata del contrario y lo atrajo más a él, a tal punto que sus frentes chocaban y sus narices rozaban. Esto perfectamente podría ser la gran escena del beso en las típicas películas de amor sin duda. —Vamos a ir a esas sesiones, te guste o no. No quiero pasar el resto de mi perfecta vida siendo un puto conserje.. ¿Entendido?— Lo desafío con la mirada.

E-Entendido...

Nolan estaba que se derretía, al estar tan cerca del rostro de Lou pudo ver claramente y con detalle sus hermosos ojos azules que lo miraban desafiantes, a él y solo a él. El pecoso se sonrojó a más no poder.

Muy bien.— Se separó un poco de Nolan y miro su reloj que mínimo costaba diez bebés muertos. —Son las 16:00, a las 18:00 te quiero allí, si no.. Ya veré qué hacer contigo...

El narcisista tomó del mentón al castaño y le dió una mirada seductora. Nolan de milagro no se desmaya, en cambio se sonrojó mucho más (si es que podía..). Esto le hizo gracia al rubio, le gustaba las reacciones de Nolan.

Ahora vete, al menos no molestes cuando estoy trabajando.— Con esas palabras el castaño volvió en sí y se tumbó en el escenario y al lado de Lou. Apoyó sus codos en este y su cara en sus manos mientras le sonreía con burla.

De eso nada, Louis. Me gusta ver cómo hechas tu vida a perder.— Se le escapó una risilla. Esto le pareció adorable al rubio, pero al recordar su comentario de inmediato se ofendió.

¿Osea que nunca dejaras de molestarme?

Nop, nunca.

Ugh, viviré cada día una pesadilla...

Nolan soltó un "gasp" seguido de una expresión que mostraba lo ofendido que estaba, pero se notaba que era falsa. En seguida se puso boca arriba de un giro y puso una mano en la frente y la otra en su pecho, simulando una escena dramática de algún anime.

¡Qué cruel eres, Louis-kun!

Nolan lloró falsamente y Lou solo se limitó a soltar una pequeña risa que no pudo retener.

Frente a ellos apareció un muñeco que "pasaba por ahí", pero estos no se dieron cuenta hasta aquel muñeco soltó un comentario.

Uy Lou, que cerca tienes el trabajo de tu casa, que envidia~.— Vaciló mientras señalaba a un cubo de basura mientras señalaba a un cubo de basura no muy lejos del lugar, refiriéndose a su "casa".

Lou gruñó con frustración, lanzando una mirada asesina a aquel muñeco pero ignorándolo. El castaño notó esto e intervino sin pensárselo dos veces.

¡Hey, tú, azulito!— Gritó refiriéndose a aquel muñeco, puesto que su pelo y ojos eran de un azul levemente apagado.

U-Um...

¡Sólo yo puedo insultar a Lou! Si te pillo haciéndolo... Estas muerto.

¡Eso! Espera.. ¿Cómo?— Lou se extrañó, ¿a qué se refería con que sólo él podía insultarle?

Nolan me lanzo al "azulito" una mirada asesina y despiadada. Esto asustó lo bastante al muñeco azul para que se fuera a paso rápido.

Asi que.., sólo tú puedes insultarme, ¿eh?— Le miró con una sonrisa lujuriosa.

Nolan sólo se limitó a sonrojarse.

¡No! Este-.. Bueno-, um.. yo-.Los balbuceos sin sentido del pecoso fueron interrumpidos por una rosa del contrario. Nolan se sonrojó aún más, pensaba que se veía ridículo.

—Está bien, está bien.— Intentó calmar al contrario, se notaba a millas lo nervioso que estaba.- Pero cálmate, vas a parecer un tomate con esos mechones verdes y tu cara toda roja.

Lou siguió riéndose al imaginarse tal escena. Nolan se tapó la cara con las manos lleno de vergüenza. El de ojos azules de dió cuenta y apartó sus dos manos.

¡C-Cállate!

Los muñecos que pasaban por ahí solo se les quedaban viendo raro y al rato volvían con lo que estaban, aunque sí que era raro que Lou y Nolan de repente estén juntos y que de repente estén lanzándose insultos como si fuera un partido de tenis pero luego estén muriéndose en el suelo de la risa. Pero sin duda, era algo muy agradable de ver. Aunque se llevarán mal, muy en el fondo se sabía que en realidad eso de llevarse mal sólo era un disfraz.









¡Gracias por leer! ¡AYPS!

¡Eres Imperfecto, y Punto! /{Lou x Nolan}/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora