𝙈𝙞𝙚𝙙𝙤

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Ekko no mentía cuando decía que aún la amaba, nadie le creía ni mucho menos su cuñada, entendía la razón por la que no tomaban enserió sus palabras. Miraba esa portraretraro de vidrio de su boda, fue el mejor día de su vida; Jinx tenía un hermoso vestido blanco, era muy sencillo pero resaltaba su figura, tenía una brillante sonrisa en sus labios, esa sonrisa que siempre la caracteriza incluso cuando la conoció, el solo tenía puesto un traje negro con una expresión neutral.

La ceremonia fue demasiado sencilla, no fue mucha gente, solo amigos, cuñada y concuño, fue en la playa frente al mar con una pequeña fiesta con los suyos. Nunca se llevó bien con su cuñada, siempre le cayó mal igual el a ella, era muy hipócrita, narcisista he impulsiva, solo hacía sentir mal a Powder. Jayce era más pacífico, pero muy serio, aún así se llevaban muy bien, hablaban de vez en cuando y si se lo topaba ambos se saludaban, tenían un buen vínculo.

Era tanta su melancolía al ver esa foto en la playa, todo lo destruyó, cambió a alguien por su egoísmo, la trato como si fuera un cero a la izquierda, jamás sintió arrepentimiento hasta ahora que veía a su mujer callada, triste, pensativa y hundida en un vacío.

—Ojalá pudiera regresar el tiempo—río a lo estúpido que había sonado ese comentario, como si fuera posible.

—Ojalá pudiera regresar el tiempo—río a lo estúpido que había sonado ese comentario, como si fuera posible

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—¿Cómo te fue en el día?—inicio con su pregunta tratando de estallar una conversación con su esposa. La peliazul estaba en total silencio sirviendo un poco de comida en el plato de vidrio.

—Bien.

—¿No has hablado con tu hermana?, mañana es su  cumpleaños.

—No.

—¿No?, ¿por qué no?.

—No la quiero molestar—puso el plato con una porción  moderada de comida frente al moreno, al igual que una jarra de agua.

—¿No vas a comer?—cuestiono preocupado al solo ver un plato en la mesa.

—No tengo apetito.

Jinx dejo de comer hace días, solo se la pasaba haciendo que hacer y estaba muy descuidada, tenía unas pronunciadas ojeras bajo sus ojos, no se arreglaba, estaba muy delgada al igual wue demacrada, incluso más pálida. Ekko quiso llevarla a un doctor pero tenía miedo de que las noticias no fueran buenas, por lo que prefirió no tomar esa decisión aún.

Nunca en su vida la había visto de esa manera, quería abrazarla, pedirle perdón de rodillas y que su preciosa Jinx regresara, la mujer con la que se caso. Sentía que cada día la perdía más y más, en su conciencia quedaba todo, su culpa. ¿Por que no hacía nada?.

Podía escuchar sus gritos pidiendo perdón cuando no hizo nada malo, sus llantos al ser lastimada, sus súplicas cuando la maltrataba, todo lo recordaba muy bien, quería pensar que ella también.

—Ekko por favor, no—le dolió verla como se cubrió para defenderse, solo se acercó a ella y en seguida temió por sí vida. ¿Cuando sucedió eso?.

       _ | 𝘚𝘦𝘹𝘪𝘴𝘮 | _   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora