[1] As de picas - Regulus Black

Capítulo 4

Regulus no sabe si las vacaciones le resultan algo agradable o desagradable.

Está claro que no tener que ver sangre sucias por todas partes es un gran punto para la columna de las ventajas, pero tener que estar encerrado en el número doce de Grimmauld Place desde que deja el castillo hasta que vuelve para el siguiente curso no es algo realmente agradable.

Por eso Regulus tiende a escaparse de casa de noche, justo al parque que hay enfrente de su casa, porque siente que se ahoga allí dentro y, a veces, cree entender por qué Sirius se fue. Pero en cuanto se tranquiliza un poco y vuelve a sentir algo de su libertad, se le pasa.

Al menos hasta que llegan las visitas, unas en las que está forzado a estar sentado en la mesa, viendo la opciones que pasan por delante y las que no le interesan lo más mínimo. Los apellidos importantes pasan uno detrás de otro y Regulus no se queda con ninguno, tal y como hacía Sirius cada vez que intentaban concertar un matrimonio para él.

Pero Regulus se recuerda que él no es como Sirius, porque él sí que está orgulloso de ser un Black que en el futuro va a servir al Señor Tenebroso. Por eso consigue recordar un apellido, Selwyn, pertenecientes a los Sagrados Veintiocho, conoce a la hija, va con él a Hogwarts, en el mismo curso. Es una de las personas más populares de su año, tiene a muchos detrás de ella y del dinero de su familia. Y Regulus valora eso, valora el nivel de la familia, su sangre, su dinero. Él no es como su hermano.

Su hermano, que se niega a ser olvidado. Como todos los años, sus notas llegan a la casa y vuelven a quedarse pegadas a la pared de las escaleras, esta vez acompañadas de uno de esos posters que tiene en su habitación de chicas muggles en motos. Y no es que Regulus sepa que es una moto, solo recuerda la palabra porque Sirius parecía muy emocionado por las motos.

Junto a las notas de su hermano también llegan las de Regulus, las cuales son, como siempre, perfectas. Cada año va mejorando aún más, queriendo que su familia no gaste de más, a pesar de que lo hacen igualmente cuando ven la insignia de prefecto junto a las notas. Porque estaba claro que le iban a nombrar prefecto dice Orion. Porque no tenían más opción dice Walburga.

Regulus no sabe si la insignia es porque se la merece —cosa que duda por todo lo que le ha hecho a los sangre sucia— o porque sus padres han pagado por ella, pero se la pone igualmente el uno de septiembre y mira a sus compañeros de curso. No es que les haya olvidado, sabe perfectamente quienes son y está claro que sus padres no necesitan pagar cuando Regulus no tiene competencia ninguna. Ha conseguido incluso quitársela a Barty, aunque no le extraña porque últimamente estaba mucho con Buchanan y Yaxley, quienes no tienen muchas luces y si Regulus empieza a hablar de Gibbon le quitan la insignia. El resto de sus compañeros de curso son una mezcla entre pelotas e inútiles, así que Regulus entiende que le hayan dado la insignia a él.

Lo que no entiende es como Potter puede ser Premio Anual y que la otra insignia de Premio Anual haya ido para la sangre sucia de Evans. Habían conseguido librarse de la sangre sucia como prefecta porque Lightbourne era quien había conseguido la insignia dos años atrás junto a Crowan, algo que Regulus tenía muchas sospechas de que pasaría, nadie en su sano juicio nombraría prefecto a cualquiera de los demás chicos del curso de Sirius.

—Bienvenidos a un nuevo año —dice la sangre sucia y Regulus tiene que llevarse un trozo de chocolate blanco a la boca antes de que le suelte algo.

Todavía recuerda como Crowan le partió el labio por decir algo de Lightbourne, no quiere arriesgarse a empezar el curso tal y como lo terminó, con el labio partido. Así que Regulus está completamente callado hasta que llega el momento en el que dicen que van a preparar los horarios de las rondas y que todos van a tener un compañero.