La estación de King's Cross se divide en dos grupos de personas. Los que miran a todos lados, inseguros de estar allí y los que creen que es suya. La familia Selwyn pertenece al primer grupo, la familia Black al segundo.
Regulus se baja del tren con la cabeza bien alta, ahora es él quien está al frente junto a Barty, que aspira a tener la marca tenebrosa a finales de verano ya que no piensa volver a pisar la mansión Crouch una vez que empiece el colegio. Lo que planee hacer Barty para conseguir la marca no es problema de Regulus, que ya tiene la suya y ahora tiene que hacer que se una más gente a ellos.
Junto a ellos dos queda Travers, que si no fuera porque no tiene ninguna neurona, sería quien estaría liderando el grupo. De los tres es el primero que recibió la marca, pero le pasa como a Gibbon, solo están ahí porque necesitan la presencia física que les dan, no porque realmente tengan algún valor.
—Ya era hora de que bajaras, vamos, Kreacher, coge el baúl y vámonos ya.
—Sí, ama.
No sabe por qué su madre ha ido a buscarle cuando podría haber mandado solo al elfo, como ya ha hecho en otras ocasiones. Espera a su lado, mirando la plataforma y ve, a lo lejos, a Sirius. Se le ve feliz, con Lupin a su lado y hablando con los Potter como si nada, como si su hermano de verdad no estuviera en el mismo andén. No se merece nada por su parte, pero aún así Regulus se despide de él porque, la próxima vez que vuelva a ver a su hermano, supone que será cuando ambos estén muertos o a punto de intentar matarse entre ellos. Es la última vez que habrá paz entre ellos y Regulus maldice a su hermano por haber elegido el otro bando.
Aparta la mirada y entonces la encuentra a ella. Puede ver como Delilah abraza a sus padres, sonriendo a pesar de todo lo que ha pasado durante el curso, todo por lo que los amigos de Regulus le han hecho pasar. No sabe cómo han conseguido que la señora Selwyn llegue al andén nueve y tres cuartos, pero si quisieran podrían justificar su linaje, aunque fuera falso. Puede estar orgullosa en privado, eso es mucho mejor que estar en el centro de atención de los mortífagos. Regulus no tiene dudas de que preferiría proteger a su familia mintiendo antes que exponerla completamente como está haciendo Delilah. Aunque no es su culpa, no, es culpa de su padre, ¿qué clase de sangre pura es que ni siquiera puede falsificar bien unos documentos?
Kreacher llega justo a tiempo para evitar el comentario desagradable de Walburga y que Regulus haga alguna tontería como intentar despedirse de Delilah sin que su madre le vea. Tampoco es que ella le vaya a hacer caso, lo sabe y se lo merece, pero quiere intentarlo. Quizá algún día puede perdonarle por todo lo de la lechuza.
Como Grimmauld Place está protegida contra todo tipo de hechizos —la familia Black también es conocida por la locura— la única forma que tienen de llegar es con uno de los elfos domésticos de la familia. Ahora mismo solo está Kreacher, pero eso es completa y llanamente culpa de Walburga, que a la mínima tenía la varita bastante suelta.
—Bienvenido a casa, amo Regulus, la cena estará en unos minutos.
Kreacher hace una reverencia y Regulus asiente, listo para subir un momento a su habitación y quitarse la túnica de viaje. Pero las escaleras le sorprenden ya que, en lugar de estar decoradas por las notas de Sirius, ahora hay cabezas de elfos.
Puede reconocer a bastantes de ellos, quizá porque su madre ha acabado con ellos hace poco, pero hay algunos que recuerda de cuando era pequeño. Y no es solo la escalera lo que tiene las cabezas de elfo, también es la entrada y los pasillos hacia las habitaciones. Sabe que no debe preguntar, así que solo lo acepta como una decoración más de la casa y piensa en Sirius y la cara que pondría al ver la decoración.
No, no quiere pensar en Sirius, ya ha tenido bastante con verle en la estación, no merece ningún pensamiento más por parte de Regulus.
La primera cena del verano solo les incluye a él, Walburga y a Orion. Es una cena completamente en silencio, con el ruido de los tenedores sobre el plato como único acompañante. Después de eso su padre se sienta frente a la chimenea con un puro y su madre al lado, con una copa de whisky de fuego. Dejó de tener sentido hace años que se quedara en el suelo del salón, jugando con algunos juguetes mientras sus padres se hacían compañía en silencio, así que Regulus sube a su habitación.
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[1] As de picas - Regulus Black
FanfictionPertenecer a una de las veintiocho familias británicas de sangre pura te garantiza ciertas riquezas y cierto nivel social que solo tienes que mantener de una forma: siendo leal a la causa. Regulus Black es fiel, es mucho más que fiel, a diferencia d...