Regulus solo había sentido miedo en Grimmauld Place cuando veía la varita y a Sirius de por medio. Temía por lo que le podían hacer a su hermano, por si una de esas veces le hacían algo lo suficientemente serio como para que Sirius no volviera a levantarse.
Pero Sirius siempre se levantaba, como si no hubiera pasado nada, fingiendo que estaba perfectamente y no le había afectado nada, pero Regulus no sabe como lo hacía porque él no puede hacerlo. Él quiere quedarse en la cama, no quiere volver a salir de la habitación que decoró con tanto esmero cuando entró en el equipo de quidditch. Quiere volver a Hogwarts, donde no tiene que pensar en nada de lo que pasa fuera, en nada de lo que su familia hace o deja de hacer.
Walburga sabe que salió, eso no se le escapó porque estaba pendiente de todo lo que pasaba, pero no sabía a donde había ido. Eso es lo único que salva a Regulus de una maldición imperdonable cuando menciona que estuvo con Crouch Junior. Lo bueno de que él sea de una de las familias de sangre pura en contra del Señor Tenebroso es que nunca hablarán con él y es la tapadera perfecta para Regulus.
Aún así, Regulus tiene miedo y pasa todas las vacaciones con él en el cuerpo. Por si le pillan habiendo hablado con Sirius, por si lo que dijo su hermano es verdad. Pero no puede serlo, los árboles siempre se revisan, todo se tiene en cuenta porque cualquier mancha puede destrozar la reputación de una familia entera. Por eso ellos borran a las ovejas negras, por eso nunca hablan de ellas y no pueden volver a relacionarse con ellas.
Cuando vuelve a Hogwarts Regulus ya no tiene chocolate blanco, pero si una ronda de prefectos esa misma noche. Habían quedado antes de las vacaciones, iban a criticar la boda, las caras que ponían todos porque seguro que iban a ser horribles. Comerían chocolate mientras que paseaban por los pasillos, fingiendo que no veían a algunos de los alumnos solo porque Delilah tenía que ser un poco más blanda con ellos.
La cena es en silencio, Delilah está en la otra punta de la mesa, hablando con algunos alumnos de primero. Él se ha sentado con Barty, que habla de sus regalos de Navidad como si fueran lo mejor del mundo y como su prima pequeña no le ha dejado en paz en todas las navidades.
—No sé por qué tengo que estar cuidando de una niña de cuatro años cuando sus padres están delante.
—Te gusta cuidar de tu prima, Barty —murmura Regulus.
—Ese no es el punto, Regulus, el punto es que sus padres están delante y yo la tengo que cuidar igualmente.
Vuelve a quejarse de su tía y su marido —por supuesto también se burla de que sea auror— y luego dice que le regaló a su prima un peluche que no ha soltado en todas las vacaciones. Porque por mucho que se queje de su familia, Barty nunca se queja en serio de su prima, quiere demasiado a esa cría como hacerlo y le encanta ver como quiere ser como él.
—Hemos quedado luego para un snap explosivo, te vienes, ¿no?
—Tengo ronda.
—Deja a Selwyn sola, no eres su guardaespaldas.
—Soy prefecto, es mi deber.
—La partida de snap explosivo es más divertido que la ronda con esa —no quiere creerlo, no quiere creer lo que dijo Sirius.
—Por algo no te nombraron prefecto —le contesta, finalizando la conversación por su parte al coger una pieza de fruta de postre.
Barty parece que se rinde, aunque no sabe porqué se lo propone si Regulus nunca ha ido a una de esas partidas. Las conoce, es donde más dinero se apuesta en todo Hogwarts y da igual la casa a la que pertenezcas porque lo importante es el dinero que tengas en el bolsillo. Por eso Nicholas siempre juega y tiende a llevarse a Sirius con él.
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[1] As de picas - Regulus Black
FanfictionPertenecer a una de las veintiocho familias británicas de sangre pura te garantiza ciertas riquezas y cierto nivel social que solo tienes que mantener de una forma: siendo leal a la causa. Regulus Black es fiel, es mucho más que fiel, a diferencia d...