O5

3.7K 94 22
                                    

NORMAN REEDUS x reader.

título: un amigo de papá.

advertencias: diferencia de edades, contenido sexual, sin más que agregar disfruten de la historia!

. . .

- ¡Hora de levantarse! - La luz entro por mi ventana drásticamente, tome una manta y cubrí mi cara.

- Cierra esa cortina, papá. Me duele la cabeza. - Me revolví en las colchas de mi cama deseando que el sueño regresara a mi.

- Hay brownies abajo... - Mi papá se sentó en mi cama y me quito la manta que cubría mi cara. - ¿Está todo bien? ¿Sigues triste por lo de Ashton?

- Pues supongo... No tengo ganas de levantarme.

- Hey, bebita. No puedes estar triste para siempre. Además tengo una sorpresa, hoy vendrá Norman a ayudarte con las cajas.

- Ush ¿Entonces debo levantarme? - Papá asintió con la cabeza.

Después de divorciarse de mi madre, mi padre conoció a Norman, eran socios y también mejores amigos. Tenían bastante en común, los dos divorciados, adictos al trabajo y con hijos.

Norman tenía un pequeño hijo llamado, Carl, de ocho años, a veces venían de visita y pasaban la mayor parte del tiempo aquí.

Norman era un buen hombre, me caía muy bien, cuando cumplí 22 me dio un brazalete de Vivienne Westwood de oro rosado. Un poco atrevido a decir verdad.

Un brazalete que creo un gran conflicto en mi grupo de amigas. Ya que bien, ellas creían que me estaba acostando con un socio de papá.

Norman tenía un semblante serio, que me intimidaba al inicio y su cabello era un poco largo, era bastante atractivo. Pero también era cariñoso, me gustaba cuando Norman traía a Carl, y bajar a la sala para encontrarlos enfrente del televisor viendo a los Yankees jugar.

Baje a la cocina de la casa y encontré a Norman recargado en la barra, junto a mi padre quien servía café.

- Buenos días. - Pase a un lado de Norman y bese su mejilla. - Papi ¿Y el brownie?

- Esta en la nevera, se lo pedí a Selene con helado arriba, cielo. - Tome el plato de la nevera y me senté en un banquillo frente a la barra de mármol.

Norman se giro y me sonrió mientras plantaba su café en la barra.

- Bueno, es hora de irme ¡No hagamos a los socios esperar! - Mi padre beso mi mejilla - Portate bien, cariño. Te veré en la cena.

- Hasta luego, Papi.

- Estás a cargo. - Hice una mueca de desaprobación cuando escuche a mi padre decirle a Norman que él estaba a cargo.

Papá salió de la casa, dejándonos solos a mi y a Norman.

Me levante del banquillo y tome una taza de café, puse hielo y comencé a batir la leche.

- Hmm ¿Qué pediste en línea? - Inicie una conversación con Norman, para no tener que estar en silencio mientras yo desayunaba.

- Un carro a control remoto para Carl.

- Oh, entiendo.

Me agache para revisar si en la gabeta de abajo estaba la vainilla, mis shorts subieron dejando a la vista mis bragas rosas.

Sentí la pesada mirada de Norman en mi cuerpo.

Me gire con el café ya listo y di una mordida al brownie.

- Veo que te gustó el brazalete. - Asentí.

- Es muy bonito, gracias. - Dije mientras sentía las pequeñas boronas del brownie en mi boca. Tome una servilleta y las limpie.

- Tu padre me comentó que sigues un poco decaída porque terminaron tu y Ashton.

- Bueno, sí, pero ya se me pasará, en realidad el brazalete me metió en un problema con él. - Solté una pequeña risita.

- ¿En serio? ¿En qué?

- Ashton creía que me estaba acostando con un socio de Papá. - Introduje mi dedo en mi boca para quitar los restos de la vainilla. - Entonces terminamos.

La mirada de Norman brilló.

- Bueno, pero Ashton es un niño, no lo termina de entender ¿Sabes? Es normal que se sienta amenazado por un hombre mayor, con más experiencia...

- Pero no había ningún otro hombre.

- ¿Estás segura? Hmm ¿Qué diría tu padre si te viera? Manchada de helado de vainilla.

Norman se me acercó y tomo mi cara con sus grandes manos.

La acuno y con uno de sus dedos limpio la vainilla de mis labios.

- Que niña más desastrosa... Cubierta de helado de vainilla. - Norman me tomo del cuello y me sujeto por la cintura. - ¿Qué pensaría tu padre si te viera así? Sucia...- Mi corazón latió con fuerza cuando Norman me levanto en sus brazos y me subió a la barra de mármol.

Dio suaves besos en mi cuello, bajando a los botones de mi pijama - Esto no está bien... Eres amigo de mi padre, incluso podrías ser mi padre.

- Pero no lo soy. - Norman me sujeto de las caderas y arrancó la camisa de satin de mi cuerpo. - Aún que podrías llamarme como le dices a él ¿Cómo es que le dices, preciosa?

- Papi.

- Me encanta como se escucha saliendo de esos bonitos labios. - Norman retiro mi sostén y dejo suaves besos en mis pechos. Mordiendo mis pezones un poco y dejando notorios chupetones en mi cuerpo.

- Mhm, papi...- Cubrí mi boca sorprendida con la facilidad con la que esa palabra salió de mis labios. Me sentí avergonzada.

- No te calles. Suena bien si lo dices tú.

El gran bulto de Norman comenzó a crecer y chocaba con cada moviendo de él en mi entrada aún cubierta por la ropa.

Se sentía como la puta gloria.

Norman desabrocho su cinturón y me tomo por las caderas, dándome vuelta a la fría barra de marmol con mi culo expuesto y a su mereced.

- No tienes idea de lo mucho que me gusta ese culo, mami. - Di un brinco al sentir su gran mano chocar con mi trasero.

El gran libido de Norman estaba listo para entrar a mi mojado coño, pero nos interrumpieron dos cosas, una llamada y la puerta.

dilf's: one shots. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora