Siete

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Al día siguiente...

Rubius: ¿Fuego en la banqueta? -caminaba junto a Luzu mientras comían unas barras de frutas dulces, este tenia puesta su capucha de la sudadera que lograba ocultar lo morado del golpe que había recibido anoche-

Luzu: Cuando fui a buscarte a noche me dijeron mis guardias que de repente vieron fuego fuera de la casa y vieron la banqueta incendiándose, algo... extraño. 

Rubius: ¿porque la banqueta?

Luzu: Yo que se, putos locos.

Ambos continuaban su charla y caminata, hasta llegas a la estación de autobuses.

Rubius: Yo me quedare aquí, quede en esperar a Samuel aquí.

Luzu: ¿Samuel?, ¿No van a trabajar?

Rubius: Si, lo haremos pero me pidió que fuera en otro sitio, que le esperara aquí. 

Luzu: Rabis, por favor no vayas a perder el tiempo con Samuel, dedíquense al proyecto.

Rubius: Hombre sabes que no soy de dejar las cosas al ultimo, aparte Samuel tiene la obligación de aprobar, no creo que deje las cosas así nomas porque si. 

Luzu: -lo mira dudoso- No lo se Rabis...

Rubius: Tranquilo Mami Luzu, ¿Que podría pasar? -ele sonríe de lado-

Luzu: Vale... avísame cualquier cosa! No lo dudes

Rubius: Anda que no pasa nada! -se despiden y Luzu se va de ahí-

Mientras esperaba se sienta en la parada y comienza a escuchar música, al mismo tiempo que revisaba su Móvil, las redes sociales y uno que otro video de sus gustos.

Estaba algo concentrado mirando las redes que le entro una llamada de un número desconocido, lo miro con confusión, no sabia si contestar o no.

Solo una persona se le vino a la mente que podría llamarlo.

Su madre.

¿Como era esto de que cualquiera consiguiera su número?, ¿Desde cuando era tan accesible eso?

Pero no contesto, una, dos ni la tercera llamada, solo miraba la pantalla con poca ilusión o ninguna expresión. 

Rubius: ¿Que debo de hacer? ... -se dijo así mismo, las lagrimas querían salir de nuevo pero un claxon lo hizo guardar el móvil rápidamente y tallarse los ojos-

Samuel: -se estaciona frente a el- Ojos preciosos! -tenia puesta unas gafas negras y se las quita y le sonríe en forma de saludo- Anda sube!

Rubius: Cla-claro... -se dirige y se sube al auto tratando de taparse más la cara y que el otro no lo mirara- 

Samuel: -nota inmediatamente esto- ¿Doblas? .... -este no le responde y mantiene la mirada baja- ¿Que sucede?

Rubius: Na-nada Samuel... podemos irnos si quieres! -decía aun sin mirarlo-

Y sin aviso, Samuel estira el brazo hasta poder tomar el mentón del chico delicadamente, y hace que lo mire lentamente, le quita la capucha de la sudadera dejando ver el moretón que tenia el chico.

Samuel sintió algo de pena al ver esto, pero ver los ojos sin brillo y bastante tristes del castaño le hizo sentir, muy mal, pero claro que no lo iba admitir... porque ni el sabia el porque sintió eso. 

Samuel: ¿Quien te hizo esto? -pregunto con un tono serio-

Rubius: N-no... no importa, ¿podemos irnos?

Samuel lo mira con cara desanimada y suelta un suspiro, y comienza a buscar en sus cosas del auto algo, al encontrarlo Rubius se percata que era como una crema pequeña. Samuel se pone un poco en la mano y sin avisar se acerca más a Rubius y le comienza a colocar delicadamente en su moretón, este se paralizo al sentir el tacto del chico y el cuidado que tenia con el, no pudo evitar ruborizarse un poco y mirar los ojos de Samuel quien ponía atención en el moretón del chico.

Mírame a mi - RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora