¿Recuerdas la historia clásica del personajes popular que se termina enamorando del personaje menos popular de su instituto?
Bueno, creo que no estaría mal contarla de nuevo, solo que esta vez tendremos unas diferencias sociales.
[Créditos a quien...
Samuel: -abre la puerta de su habitación- Ponte cómodo en lo que encargo la pizza y preparo las botanas chiqui, no tardo! -deja su mochila cerca de la habitación de su armario y se va-
Rubius miraba con detalle la habitación de su pareja, era la primera vez que se encontraba en su habitación y claro que quería conocer como tenia la habitación el amante del morado. Y si que lo era, muchos detalles lo eran, hasta la cama Dios.
Miro algunos recuadros del pelinegro, eran unas de niño otras con su amigo Auron, y algunas con... Akira.
Era un tema que casi siempre evadía el pelinegro, cuando empezaron todo este romance el castaño sabia perfectamente que el tenia una relación con la líder de porristas, aun que ya nunca la veía con ella, nunca mencionaron algo de una ruptura.
Se recostó en la cama y no pudo evitar recostarse boca abajo y comenzar a oler sus aromas que tanto amaba, era una combinación entre Uva, libro nuevo y otras cosas.
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Esto le hizo recordar algo que el chico tenia guardado en unos de sus bolsillos lo saco para volver a verlo con algo de miedo, era un preservativo.
Se lo había pedido a su amigo Luzu, ya que el castaño ha hablado últimamente de entregarse a Samuel, tal vez eso le tomara por sorpresa al pelinegro ya que nunca lo había hablado pero si que muchas veces en sus momentos a solas ha tenido oportunidades de conocer sus cuerpos con las manos y a veces de vista.
Estaba completamente convencido que por lo visto, su pelinegro le iba a complacer bastante.
Solo que no sabía como decirle que ya estaba listo o solo tenia que pasar por si solo, no sabia. Luzu le conto que lo suyo fue completamente sin planear solo se dejaron llevar y después es tan natural.
Rubius: No creo que sea tan difícil... -hablaba consigo mismo y se levanta de la cama simulando que tiene a Samuel delante daba vueltas al hablar- Pero tampoco me quiero ver como un depravado urgido... -piensa- Tal vez pueda decirle... Oye quiero que hagamos el amor... ¿sonara muy cursi? (*/ω＼*) Tal vez solo deba decir... -suspira y pone cara seria pero decidida- Vegetita, me quiero entregar a ti!
Cuando voltea el dicho estaba parado ahí en la puerta con el rostro como tomate y mirándolo mientras sostenía unos baldes con frituras.
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