Su padre murió antes de que Andrómeda diera a luz, era un hombre muy extraño, no era mago pero tampoco parecer un muggle cualquiera, pero Andrómeda jamás supo el porque.
Lo que la madre de Cassiopeia nunca descubrió, fue que Lazar no era un humano c...
— Tienen razón, Harry —Dijo Hermione, casi sin voz.
— Voy a llevar la capa invisible —Dijo Harry. Es una suerte haberla recuperado.
— Pero ¿nos cubrirá a los cuatro? —Preguntó Ron.
— ¿A... nosotros cuatro?
— Oh, vamos, ¿no pensarás que los vamos a dejar ir solos?
— Por supuesto que no —Dijo Hermione con voz enérgica. ¿Cómo crees que van a conseguir la Piedra sin nosotros? Será mejor que vaya a buscar en mis libros, tiene que haber algo que nos sirva...
— Pero si nos atrapan, también los expulsarán a ustedes.
— No, si yo puedo evitarlo —Dijo Hermione con severidad. Flitwick me dijo en secreto que en su examen tengo ciento doce sobre cien. No me van a expulsar después de eso, y estoy segura que Cassiopeia también tiene una calificación muy alta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cassiopeia revisaba sus libros, confiando en encontrar algunos de los encantamientos que deberían conjurar. Daphne y Pansy la miraban sin entender lo que hacia, Malfoy, Zabini y Nott solo la observaban. La sala se fue vaciando y todos se fueron a acostar, menos Malfoy.
— ¿Qué estas haciendo? los exámenes terminaron —Hablo el rubio.
— ¿No te iras a dormir? —Cassiopeia evito la pregunta.
— No
— Deberías dormir —Dijo la niña entre dientes.
— ¿Me estas corriendo? —Pregunto el rubio indignado.
— Si, Malfoy. No me dejas leer tranquilamente —Se quejaba.
— ¿Piensas salir?
— No, solo vete a dormir —Lynx se quedaba sin paciencia.
— Me quedare aquí —Dijo seriamente.
— Haz lo que quieras —Cassiopeia miro el reloj preocupada, ya tenia que irse.
Después de unos minutos comenzó a entrar en desesperación, el rubio no se iba y no dejaba de mirarla. Cuando Malfoy se distrajo, la pelinegra alzo su varita.
— ¡Petrificus totalus! —Gritó, señalando a Malfoy. Lo lamento...
Los brazos de Malfoy se pegaron a su cuerpo, sus piernas se juntaron. Todo el cuerpo se le puso rígido, se balanceó y luego cayó al suelo, rígido como un tronco. Sólo sus ojos se movían, mirando a la niña con ira.
La niña lo ignoro y salió de su sala común para ir cerca de la sala de Gryffindor para esperarlos.
