Capítulo 74

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Cassie se alegró de que el resto del colegio regresara poco después de Año Nuevo y la sala común de Slytherin volviera a estar abarrotada de gente y de bullicio.

Antes de que las clases comenzaran y con el propósito fijo en mente, Cassiopeia se dirigió hacia el despacho de la profesora McGonagall. No podía apartar de su mente la idea de que la saeta de Harry estaba siendo desmontada, y estaba decidida a convencer a la profesora para que reconsiderara su decisión.

Al llegar frente a la puerta de la oficina, se sorprendió al encontrar a Oliver Wood, el apasionado capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor, de pie en la entrada.

— Hey, Wood... —llamó Cassiopeia, acercándose con determinación.

Sin embargo, al notar que Wood permanecía inmóvil ante la puerta, Cassie supuso que la profesora McGonagall no estaba presente en ese momento.

— Ivanova —pronunció el chico, su tono serio evidenciando una molestia evidente.

— ¿No está la profesora McGonagall? —preguntó Cassie, pasando por alto el tono de Wood y centrándose en su objetivo.

— ¿Qué haces aquí? —ignoró Wood la pregunta de Cassie, mostrando claramente su desaprobación.

— ¿Harry no te ha dicho que le han confiscado la saeta? Vine para tratar de convencer a la profesora de que no la desmonte —explicó Cassiopeia, su voz decidida y firme.

— ¿Por qué harías eso? —cuestionó Wood, como si la idea de interceder por Harry le pareciera completamente descabellada.

— Porque es mi amigo, después de todo. ¿Por qué haces tantas preguntas? —respondió Cassie, dando un toque de impaciencia a su voz antes de golpear la puerta del despacho.

— Adelante —se escuchó la voz de la profesora McGonagall desde el interior, invitándola a entrar.

Con determinación, Cassiopeia dio un paso adelante y tomó la iniciativa de abrir la puerta del despacho de la profesora McGonagall.

— Permítanme entrar primero —anunció, empujando la puerta para dejar paso.

Oliver Wood la siguió al interior del despacho, compartiendo el mismo objetivo que Cassie.

— Profesora, supongo que ya sabe por qué estoy aquí —comenzó Cassiopeia, sus intenciones claras y evidentes.

La mirada firme de la profesora McGonagall se posó en Cassie con seriedad.

— Sí, lo sé. Y supongo que el joven Wood está aquí por el mismo motivo. No me retracto de mi decisión. La saeta será desmontada —declaró la profesora, yendo directamente al grano.

Oliver Wood pareció a punto de interponer una objeción, pero fue interrumpido por la firmeza de la profesora McGonagall.

— Ya he tomado una decisión, Wood.

Con una determinación palpable, Cassiopeia tomó una inhalación profunda antes de continuar.

— Profesora, entiendo su preocupación, pero hay muchas otras explicaciones posibles además de la hechicería —expresó Cassie, tratando de encontrar las palabras correctas para convencer a la profesora—. Podría ser que alguien simplemente quisiera hacer un buen gesto regalándole la escoba a Harry. No necesariamente tiene que haber sido Sirius Black. Además, Harry necesita esa escoba para el partido de Quidditch, y sabemos lo importante que es para él.

Oliver Wood asintió, respaldando las palabras de Cassie.

— Ivanova tiene razón, profesora. Harry ha estado esperando este partido durante mucho tiempo. No podemos permitirnos perder esta oportunidad por una simple suposición —añadió Wood, con un tono convincente.

Good or Evil || A Harry Potter FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora