🍭EL PEQUEÑO Y DULCE FULANG🍭

CAPÍTULO 31

Apenas amanecía, y antes de que saliera el sol, ya había movimiento en la casa.

Lo primero que hizo Lu Gu al salir de la habitación fue revisar las gallinas y los patos. Debido al frío durante la noche, él conducía a las gallinas y patos a dormir en la habitación principal por la noche. Usaba tiras de bambú para tejer dos canastas planas poco profundas con heno adentro. Antes de acostarse, usaba dos canastas de bambú recién tejidas para cubrir los nidos de hierba de las gallinas y patos, y usaba un palo de madera para abrir la boca de la canasta de bambú invertida y dejar un espacio.

Shen Xuanqing había estado demasiado cansado estos días, y aún no se había despertado. Cuando Lu Gu se despertó, supo que a veces era igual cuando se despertaba temprano. Lu Gu primero hirvió agua y calentó los bollos al vapor y las tortitas, y luego se acostó un rato.

Apartó las canastas de bambú, algunas gallinas y patos se despertaron, agitando sus alas y piando dos veces. Viendo que estaban bien, Lu Gu volvió a cubrir las canastas de bambú y los dejó salir cuando salió el sol.

Abrió las dos puertas de la habitación principal, y el frío entró. Los tres perros que dormían en la esquina de la habitación se acurrucaron más. El perro gris y blanco también le echó un vistazo, pero no tenía intención de levantarse.

Las llamas comenzaron a elevarse en el fondo de la estufa, y se agregó algo de leña fina, y pronto se calentó. Lu Gu levantó la tapa del recipiente y vio que todavía quedaban unos diez bollos al vapor con fideos variados. Xuanqing había llevado algunos a las montañas como alimento seco.

Colocó un cajón en la olla y puso cuatro bollos al vapor para calentarlo. Después de dudar un rato después de tapar la olla, levantó el tazón y vertió un tazón y medio de harina blanca fina en la bolsa.

La harina blanca no llegaba a los 30 kilogramos, así que naturalmente tiene que comer con moderación. Hasta ahora, solo ha hecho sopa de fideos con cebollinos dos veces, y le cuesta comer más.

El agua pronto hirvió, y los bollos al vapor se ablandaron y calentaron después de taparlos por un rato. Usó un tazón para agarrar los bollos al vapor calientes, de lo contrario, el calor escaparía. Escuchando el movimiento en la habitación de nuevo, Shen Xuanqing aún no se había despertado, el cielo en el este acababa de volverse blanco, y todavía era temprano.

Lu Gu tomó el agua hirviendo y planchó los fideos, y las tortitas se planchaban más rápido, así que no era necesario esperar a que los fideos estuvieran listos. Después de estar con Shen Xuanqing en las montañas durante tantos días, se ha vuelto más hábil en cocinar que antes. Amasa los fideos limpiamente. Voltea la tortita en el fondo de la sartén y fríela.

Shen Xuanqing finalmente se levantó, y los tres perros lo siguieron afuera.

Da Hui bostezó, y el perro flaco extendió sus cuatro patas largas en el patio y estiró la cintura.

Shen Xuanqing se estaba lavando en el patio, y no tenía miedo al frío, así que se lavaba con agua fría. Lu Gu acababa de lavarse, recogió los encurtidos y sacó los cuatro bollos al vapor en un tazón. Había dos tazones de agua en la mesa de la habitación principal, lo suficientemente caliente para llevarse a la boca, y los dos se sentaron en la mesa para comer y beber.

Lu Gu comió menos en la mañana, un bollo al vapor fue suficiente, y los tres restantes eran para Shen Xuanqing.

"¿Quieres ir a buscar caracoles hoy?" le preguntó Shen Xuanqing, y después de verlo asentir, dijo: "Te guardaré esa gran ceniza, no vayas muy lejos, está bien si no puedes encontrarlos."

"Sí." Lu Gu asintió.

Ocupados con cercas y estanques estos últimos días, no fue a cazar a las montañas. Hoy tienen que salir. Shen Xuanqing empacó después de comer. Viendo que la pequeña bolsa de tela que solía contener el alimento seco en la canasta de bambú estaba arrugada, fue a la cocina por sí mismo.