🍭EL PEQUEÑO Y DULCE FULANG🍭

CAPÍTULO 109

Las golondrinas vuelan, los gorriones gorjean y saltan en las ramas.

La ventana de la casa estaba abierta, y desde el patio se podía ver a Lu Gu empacando su ropa en la habitación, ya que mañana era el momento de subir a la montaña.

Hace sol y calor, y no hará demasiado frío quedarse en casa incluso si entra viento, pero si sales a dar un paseo en el campo abierto, el viento no es pequeño, y estos días los niños a menudo vuelan cometas.

Hace unos años, también compraron dos cometas, una golondrina y un águila. Toda la familia salió a volar cometas hace dos días. Shen Yan fue la más feliz ese día.

En la leñera, Shen Xuanqing usaba una pala para recoger estiércol de conejo en la canasta, lo arrojaba en el patio trasero y lo acumulaba, y recogía más para fertilizar los campos, para que las plántulas de trigo y arroz crecieran mejor.

Criaba seis conejitos y cinco conejos grandes. Llevó a los perros a atrapar los conejos grandes vivos. Dos de ellos resultaron heridos en las piernas en ese momento. Después de recoger el estiércol, apoyó la pala en la pira y sacó los conejos para mirarlos. Todo está mejor ahora, sin recurrencia de supuración.

Metió a los dos conejos grandes de nuevo y miró a los conejitos medio crecidos en la jaula. Los conejos han crecido rápido, y ya han pasado más de cuatro meses. Excepto que el cuerpo es ligeramente más pequeño que el del conejo grande, no hay una gran diferencia.

Debido a que están domesticados, se les alimenta bien todos los días, y ninguno de ellos está delgado. Cuando vino a alimentar a los conejos hace dos días, descubrió que los pequeños realmente habían crecido, y los conejos machos y hembras estaban todos en celo. Afortunadamente, para prevenir esto antes, separaron al macho y a la hembra en diferentes jaulas.

En los primeros dos años, atrapó conejos vivos y los crió en casa, y los cachorros se alimentaron y vendieron, así que tenía suficiente experiencia.

Aunque una camada de conejos puede aparearse con su misma camada, depende de la suerte. Con buena suerte, los conejos vivirán, pero si tienen mala suerte, varios morirán. Más tarde, atrapó tres conejos vivos para separar la camada.

Más de cuatro meses es un poco joven, así que es mejor criarlo durante otro mes. Una vez que esté fuerte, será un conejo reproductor. El próximo conejo nacerá en dos meses, y se engordará durante la primera mitad del año.

El par de conejos mayores habían estado encerrados juntos hace medio mes. En invierno, temían que los conejos jóvenes no pudieran sobrevivir. Si hoy hacía más calor, podrían bajar todo lo que quisieran.

"Hermano mayor". Shen Xuanqing gritó desde afuera.

"¿Me llamaste? Espera un minuto". Shen Yaoqing estaba regando el jardín fuera, levantando el cubo de madera para verter la última gota de agua antes de acercarse.

"Para el fin de mes próximo, estos seis conejitos podrán aparearse. En ese momento, mira la distribución, no dejes que una camada se aparee al azar". Shen Xuanqing dijo que los tres conejos grandes que atrapó más tarde eran todos machos, mientras que hay cuatro hembras en los conejitos, no importa, los conejos machos se pueden usar a voluntad, siempre y cuando no sea una camada.

"Atraparé algunas conejas más vivas más tarde y seleccionaré las fuertes para que sean conejas reproductoras." Reflexionó y dijo: "Si en el futuro hay demasiadas, la leñera no se abrirá, así que ¿por qué no construir un nido de conejos en el patio trasero? No ocupa demasiado espacio para construirla."

Shen Yaoqing levantó la canasta de estiércol y la apartó para no estorbar. Al escuchar las palabras, preguntó: "¿Quieres dejar de criarlos?"

Shen Xuanqing asintió y dijo: "Sí, solo una docena o veinte se venden por poco dinero. Si crías cuarenta o cincuenta y ganas más, pueden crecer y venderse en medio año. Todo es cuestión de alimentarlos bien".