🍭EL PEQUEÑO Y DULCE FULANG🍭

CAPÍTULO 8

Los agricultores no tienen tiempo libre a lo largo del año, y no mucho después de que canten los gallos, el pueblo de Qingxi, al pie de la montaña, empieza a cobrar vida.

Lu Gu durmió bien ayer, y cuando Shen Xuanqing se movió, él también se despertó. Después de todo, no se quedó dormido demasiado y no pudo evitar sentirse un poco afortunado.

Las palabras de Ji Qiuyue y Wei Lanxiang le hicieron darse cuenta antes de dormirse anoche de que, aunque fue vendido a la familia Shen, era un poco diferente de los sirvientes y criados de las familias adineradas. Aún querian que fuera el esposo de Shen Xuanqing.

Esto no se compara con nada más. Nunca pensó que llegaría a ser esposo algún día, así que se sintió un poco desprevenido.

Shen Xuanqing se levantó, y Lu Gu también se sentó en pánico, temiendo que le dijeran que era perezoso. Nadie le enseñó cómo servir a su esposo después de casarse, y sus manos en la delgada manta se apretaron inconscientemente.

Shen Xuanqing se puso los zapatos y se levanto. Para él, la existencia de Lu Gu era muy evidente, después de todo, solo había una manta por la noche. A pesar de que había tenido una pelea completa con la familia Lu, Lu Gu ya era su esposo, por lo que no era apropiado que estuviera afuera en el frío.

Se paró junto a la cama y vio que Lu Gu estaba nervioso y tenía el rostro pálido. La fina tela que tenía alrededor de la cabeza estaba un poco suelta debido a que había dormido toda la noche, así que finalmente encontró las palabras y dijo: "Wang Langzhong dijo que hoy cambiemos las vendas ya usadas, levántate, arréglate y vayamos allá mientras está fresco por la mañana".

Lu Gu asintió una y otra vez, temiendo que Shen Xuanqing no se sintiera feliz si no hablaba, y rápidamente dijo en voz baja: "Está bien".

El esposo era menos valiente que un conejo, así que Shen Xuanqing frunció el ceño. Afortunadamente, Lu Gu bajó la cabeza y no lo vio, de lo contrario habría estado asustado durante varios días.

La familia Shen se levantó uno tras otro para lavarse en el patio. Incluso Lu Gu usó un nuevo lavabo y un paño nuevo anoche, e incluso pudo usar sal verde para limpiar sus dientes y enjuagar su boca. Esto fue preparado originalmente para casarse con el nuevo esposo. Después de todo, Lu Wen había estado estudiando en la ciudad durante unos días, y tenía algunas costumbres que usan en la ciudad como lavarse la boca con sal verde.

Cuando estaba en la familia Lu, la sal verde que costaba dinero para comprarse no era parte de lo que le correspondía a Lu Gu. Temiendo que la gente dijera que estaba sucio, él rompía ramas de sauce, las mordía para limpiarse los dientes, o masticaba una en su boca.

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Desde la chimenea salía un leve rastro de humo; Ji Qiuyue hervía agua y, de paso, calentaba algunos bollos al vapor con fideos variados.

Normalmente, la gente del pueblo come dos comidas al día, pero ellos comen tres comidas al día solo durante la temporada de siembra, además en la familia Shen hay dos hombres jóvenes y de mediana edad que trabajan mucho y tienen un gran apetito. De lo contrario, no tendrían la energía para trabajar con el estómago vacío.

Sin embargo, esto también es válido últimamente, así que pueden comer así, algo que nunca hubiera sido posible en los últimos dos años. A excepción de Shen Xuanqing y Shen Yaoqing, que comieron dos bollos al vapor, los otros cuatro solo comieron la mitad. Habían comido mucho aceite y carne en los últimos días, así que tomaron un cuenco de pequeños encurtidos y los comieron.

La comida de la mañana es sencilla. No es necesario poner palillos en la mesa, por lo que Ji Qiuyue los pasa directamente a la mano cuando reparte los bollos. Incluso los pequeños encurtidos son fáciles de coger, y algunas personas se sientan y se paran en el patio para comer.