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Por lo general, no es necesario que la base militar mandara a jóvenes a hacer compras para la cocina, pero el camión que se encargaba de eso se vio en un accidente. Afortunadamente no salieron heridos pero la base se estaba quedando sin comida.

Cuando el general supo que había un mercado cerca de la base, decidió mandar a cinco soldados recién llegados.

Era sábado por la mañana. Todos siempre se levantaban a las cinco de la mañana para su entrenamiento.
El general los llamo a todos y los junto para que diera el aviso.

-Esta mañana se me informo que el camión de biberes sufrió un accidente- al escuchar la noticia, muchos se asombraron y se preocuparon, pues para que llegara otro camión tomaría varios días.

-No hubo heridos, pero los biberea se están agotando y el reemplazo del camión tardará en llegara aquí- informo el general.

Todos se quedaron callados y un tanto preocupados, pero el general tenía una idea.

-En el pueblo habrá un mercado, enviare a un par de soldados para que hagan las respectivas compras- y uno que otro bufo en desacuerdo, esperando que a ellos no les tocara.

YoonGi no dijo nada, pero tampoco quería que lo escojieran en dicha tarea donde se trataba de cargar y caminar.

Si si, es un soldado en entrenamiento pero es YoonGi..

-Elegiré a los de nuevo ingreso- varios se quejaron y uno que otro se burlaba, llamando la atención del general.

Este al darse cuenta se paro derecho y miro a otro lado que no fuera la cara de su general.

-Nombre soldado!- el chico se puso rígido y siguió sin mirarlo a la cara.

-HaJoon señor!- le respondió al general y este sonrió de manera maliciosa.

-Muy bien soldado HaJoon, usted acompañará a sus compañeros- el nombrado no pudo quejarse o de lo contrario su sanción sería peor.

-Si señor!- y todos a su alrededor se callaron.

El general miro al resto y miro a YoonGi un tanto distraído.

Típico en YoonGi.

Se acercó al palido sin que este se diera cuenta y de la nada levantó la voz.

-Su nombre soldado!- YoonGi inmediatamente se asusto y reguló su respiración.

Iba a quejarse pero cuando vio de quien se trataba decidió quedarse callado.

-Min YoonGi señor!- se paro derecho y miro justo detrás de su general, donde estaban sus compañeros riendo por lo bajo.

-Usted será el encargado del seguimiento de los biberes- le dijo su general y sin decir una palabra el general se alejo de él.

-Carajo- se quejo YoonGi en susurro para que no lo escuchara.

-Esto apesta hermano- se quejo su otro amigo HaJoon.

YoonGi solo gruñó y siguieron con su entrenamiento rutinario.

Al cabo de varias horas, llego la hora de salir pero el general aún no escogía a los otros.

El general ya le había dado a YoonGi una lista de lo que era más importante mientras el camión llegaba.

Más tarde solicitaron a YoonGi y a HaJoon en el campo de entrenamiento porque según esto, el general ya llevaba a sus otros compañeros.

-Soldados!- ambos chicos se pararon derecho y esperaron indicaciones.

-Se les proporcionara un vehículo para poder cargar todo- detrás de él se encontraban cinco personas más, que imaginaba, eran para las compras.

Siempre Tú  <YoonMin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora