BLOODHOUND | YoonMin

↳ 27: Celo

Los suaves sollozos de JiMin no pararon hasta después de 20 minutos, minutos en los cuales YoonGi se encargó de tranquilizarlo diciéndole palabras bonitas y dando suaves caricias por toda su espalda. Ahora, la suave respiración del omega golpeaba contra su cuello, pues este se encontraba escondido ahí para poder olfatear al alfa.

Sabía que los omegas eran más sumisos y dóciles cuando su celo llegaba, JiMin se veía sumído en un golpe total de su celo en el cual su lobo tomaba el control. Gracias al cielo sus lobos se habían reconocido desde hace tiempo, sino no hubiera sido posible traer a JiMin de vuelta en sí mismo.

—Yoonie — susurró el omega con suavidad —. Te extrañé mucho.

—Yo también — contestó el alfa, aún lo tenía agarrado de la cintura mientras una de sus manos acariciaba su cabello —. Te he extrañado mucho.

—No vuelvas a irte, por favor. — sollozó de nuevo.

A YoonGi se le hundió un poco el corazón debido a la forma tan suplicante en la que JiMin le había dicho eso.

—Yo... — tragó con dificultad ante el nudo en su garganta —. No lo haré, nunca me he ido de tu lado, y lo sabes.

—Sí — el omega asintió, las manos de JiMin se encontraban aferradas a la camisa del alfa —. Pero duele mucho ver que vas a casarte con alguien más.

—Hey, no, no — YoonGi le tomó del mentón con sutileza —. Sabes la razón por la que me voy a casar, no tienes que pensar que voy a cambiarte por alguien porque realmente quiera, sino porque me están obligando.

—Lo sé — JiMin suspiró e hizo un puchero —. Pero eso no lo hace menos doloroso.

Cuando el omega volvió a esconderse de nuevo en su cuello, su piel se erizó cuando sintió las lágrimas de este mojar su piel. Sabía que era muy doloroso para JiMin todo lo que estaba pasando, por supuesto que lo sabía, porque él también se sentía así.

—Te amo, omega — murmuró abrazándolo —. Te amo y lo que opinen los demás, no me interesa.

JiMin soltó una suave risita después de calmar su llanto una vez más, llevó una de sus manos hasta la nuca del alfa para dejar caricias como las que él le daba con tanto cariño.

—Me gusta imaginar que en otra vida nos conocimos a tiempo. — murmuró el omega.

YoonGi cerró sus labios en un beso.

—Siempre será el momento perfecto para conocernos.

Nuevamente sus labios volvieron a encontrarse, está vez en un prolongado beso que les lleno el pecho de una interminable calidez. Tenerse de esa forma era todo lo que necesitaban, estaba siendo difícil para ambos mantenerse lejos, incluso si fue sólo hace un día que YoonGi vino a buscarlo en la noche a escondidas de todo el mundo.

Lo único que ambos deseaban era estar juntos sin tener que esconderse, sin ser un secreto y tener miedo al que dirán las personas cuando los vean.

—Por favor, YoonGi — JiMin se alejó unos cuantos centímetros de sus labios —. Te necesito.

El alfa tragó con dureza mientras sentía su piel quemar poco a poco, el celo del omega no se había ido, de hecho, seguía siendo igual de fuerte pero gracias a sus feromonas era que había logrado estabilizarse, eso no quería decir que ambos hayan olvidado la ola de deseo que les recorría el cuerpo desde hace rato.

—¿E-estás seguro? — preguntó bajando sus caricias hasta las piernas del omega.

—Sí — asintió con desespero —. Lo estoy.