Éste no soy yo.

Chapter number eight.

Su madre al ver que no bajaba a su encuentro, subió intrigada, siempre que llegaban su hija bajaba las escaleras a su encuentro.

¿Le habrá ocurrido algo?. Preocupada subió rápido las escaleras y lo que vio en el baño la dejo helada. Su pequeña niña se encontraba con el cabello muy corto y con ropa nada femeninas.

Lo primero que hizo, fue un error totalmente. Agarro del cabello con fuerza llevándole a rastras al cuarto.

Xiao Zhan la miró con miedo. Habían momentos donde su madre se comportaba así y hasta retandole por estupideces. Esta vez sintió que sería verdaderamente un infierno.

—¡¿Qué te hiciste en el cabello!?. -gritaba su madre-. ¡Estas loca niñita!. Sabía que esas estupideces que lees y ves te harían mal a la cabeza.

Zhan la miraba con la cabeza ligeramente a bajo, escuchando cada horrible palabra que de allí salía.

Zhan ya estaba acostumbrado por así decirlo a que su madre o su padre le gritaran o hasta también que le insultaran.

Los pasos de su padre le alertó. Su padre no le pegaba nunca (a diferencia de su madre) pero cuando el le agarraba, nunca le soltaba. Hasta sus golpes eran duros.

—¡Mira lo que se hizo la niña!. -le decía su madre a su padre con enojó- Esta loca, no se que hice para merecer una hija así.

—¡Eres idiota niña!. -su padre comenzó la tortura-.

Xiao tapó sus orejas y se fue corriendo como pudo hasta su cuarto. No quería más y sabía que su madre le agarrarla del cabello y no le soltaría más así que era mejor prevenir que lamentar.

A veces solo quisiera por un momento que su familia fuera más comprensiva y que le apoyarán en esos momentos difíciles donde nunca obtuvo refugio alguno.

¿Por qué debían set así las cosas?. ¿Estaba tan mal ser él mismo?.

Juntó sus rodillas contra su pecho, abrazandolas. Estaba tan cansado de todo esto. Solo quisiera que terminara todo.

—¡Abre la maldita puerta Xiao Xiang!. -gritaba su madre dando patadas a la puerta-. Sabes que no puedes esconderte para siempre ahí dentro, tarde o temprano saldrás. Y cuando salgas te va a esperar una paliza por desobedecer.

—C-Callense todos, por favor. -susurra tapando sus orejas con sus manos-.

Seguían y seguían los golpes en su puerta sin detenerse.

Ya no sabía a este punto como tapar sus orejas para no escuchar nada del exterior. Su salvación fue sus auriculares y su teléfono. Se dispuso a escuchar música de su banda de K-Pop favorita.

Todo esto ocurrió solo por un corte de pelo. Se imaginaba que ocurriría se les contará como se siente y como quiere ser llamado.

Lo peor estaba por pasar para él pequeño Xiao. Y no sabía cual grande era.

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Continuará.