• Especial Bbangsaz •

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P.o.v. Minji

— Uh, por qué esto es tan difícil de atar.— Dije mientras trataba de atar una cinta que estaba en la parte de atrás del vestido de Hanni.

Estamos en el armario de Hanni, literalmente este armario es del tamaño de mi cuarto de lo grande que es, a veces me sorprende ser amiga de la hija de la mujer más adinerada de la ciudad.

— Mm, Minji... Podemos hablar?— Dijo Hanni mientras se volteaba y me miraba fijamente a los ojos, sentí como mi corazón dejó de latir.

— Si, claro, no hay problema.— Le brindé una sonrisa a Hanni, ella solo suspiró, oh no.

— Seré directa y honesta, de verdad.— Hanni respiró profundamente. —Tu y Vanessa son algo? He visto que últimamente son muy unidas, se la pasan de la mano y ahora tienen citas en el parque, hasta Danielle piensa que son algo...— Hanni tenía una cara inexpresiva, no podía saber que sentía en estos momentos.

— Te seré sincera, no somos nada, solo somos unidas, si fuéramos algo ya te hubiese dicho, eres mi mejor amiga...— Auch, hasta a mi me dolió el "mejor amiga", sé que Hanni no me ve así.

— Minji, yo no he podido olvidar lo que siento, si? Por eso me duele que me hayas cambiado tan rápido, siento que te estás enamorando de Vanessa y a mí me estás olvidando, que mis papás no acepten mis decisiones no quiere decir que no las vaya a tomar algún día, Min, de verdad, siento que mi amor por ti no sé irá así de fácil.— Hanni suspiró, ahora sí veo lo que siente ella, su cara refleja tristeza.

— Hanni, yo tampoco he podido cambiar mis sentimientos, me he dado cuenta que me estoy obligando a mi misma a cambiar algo irreversible, me estaba presionando a mi misma a enamorarme de alguien más solo para tratar de olvidarte cuando sé y estoy segura que es imposible.— Siento un nudo en la garganta.

— No te enamores de ella, por favor.— Dijo Hanni mientras miraba el suelo.

Levanté su cara con mi mano y ella me devolvió la mirada, dios, como pude hacerle esto a esta chica tan linda.

— No lo haré, te amo a ti.

Mientras hacíamos contacto visual mi mirada se posó en sus labios, los cuales estaban entreabiertos, podía sentir la respiración de Hanni, poco a poco se ponía pesada, es el momento indicado, no puedo dejarla, lo sé, estoy tan enamorada de Hanni, cada centímetro de ella hace que mi corazón lata rápido, nadie me hace sentir como me hace sentir ella.

Hanni se sentó arriba de un armario un tanto alto, aunque su cabeza quedaba casi a la misma altura que la mía, tomó de mi chaqueta y me jaló cerca de ella, nuestras caras están tan cercas que puedo sentir su respiración, Hanni soltó una sonrisa antes de juntar sus labios con los míos.

Sus labios se movían lentamente, lo estaba disfrutando, podría hacerlo miles de veces si ella lo pide, amo esta sensación.

Ella puso sus brazos alrededor de mi cuello y acercó su cuerpo más a mi, sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo al sentir su tacto. No dudé mucho y la tomé de la cintura, acercando su cuerpo más al mío, con el subir y bajar de sus besos sentía su cuerpo tocar el mío.

Hanni subió la intensidad de los besos, sus besos eran como choques de energía para mí, sus besos se convertían en besos apasionados, amo eso.

Separé mis labios de los suyos para bajar a su cuello dejando pequeños besos en el, ¿No somos muy jóvenes para esto? Sentí como Hanni suspiraba cada vez que bajaba.

— Chicas? Están tardando mucho.— Dijo Eunchae mientras tocaba la puerta.

Me separé rápidamente de Hanni, quien se notaba nerviosa, volteó a ver la puerta y al ver que no se abrió solo soltó una carcajada. — Gracias por trancarla.— Dijo Hanni, quien al terminar la oración me dió un corto beso en mis labios.

Solo le brindé una sonrisa a Hanni, estoy en shock después de lo que acaba de pasar, oh Kim Minji, tu no eres así, es el efecto Pham.

Hanni se miró al espejo con una sonrisa al verse con el vestido puesto, se ve muy linda, parece una princesa, el color rosa le queda muy bien.

Noté que tenía una marca pequeña en el cuello, casi ni era visible, pero lo noté porque recordé que mientras la besaba sin querer le dejé una, ella pareció darse cuenta, sonrió y le dió igual. Perfecto.

— Te amo Min.— Dijo Hanni dándome un abrazo, el cuál claramente le devolví.

— También te amo Han.

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