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P.o.v Vanessa

Danielle y yo bajamos a la cocina para hacer las palomitas, no había problemas en bajar silenciosamente, ya que mi mamá no está en casa porque tuvo que viajar a otra ciudad por cuestiones de trabajo.

— Me sentaré aquí.— Dijo Danielle, sentándose sobre el mesón que estaba en la mitad de la cocina.

— No hay problema, Dani.— Dije, mientras ponía a calentar la bolsa de palomitas en el microondas.

Cuando puse la bolsa en el microondas volteé a mirar a Danielle, quien me miraba con una cara un poco extraña.

— Sucede algo?— Dije, un tanto confundida.

— No se te olvida algo?— Dijo Danielle, con una sonrisa.

— Acaso quieres que te cumpla tu sueño?— Dije, a lo que ella solo rió.

— Oh, si eso deseas, no tengo ningún problema.— Danielle sonreía sin parar, algo raro va a pasar.

— Cuál es tu sueño? Creo que se me olvidó, me lo recuerdas?— Dije en tono de juego, mientras me acercaba lentamente a Danielle, quien solo reía un poco.

— Mm, de verdad quieres que te lo diga? Es fácil de adivinar.— Danielle parecía mirar fijamente mis labios, mi corazón se frenó.

— Nah, quiero que me lo digas tú.— Mi mano se posó en la cintura de Danielle, cabe resaltar que la cintura de Danielle es tan diminuta que puedo rodearla con un solo brazo. Ella no contestó.— Que tipo de juego es este?— Dije, Danielle puso sus brazos alrededor de mi cuello, sonriendo e inclinando su cabeza un poco de lado.

— Shh, no preguntes.— Dijo Danielle antes de juntar sus labios con los míos.

Al comienzo el beso iba lento, estábamos explorando el sabor de nuestros labios, sus labios saben a fresa, o tal vez es el brillo labial que tenía puesto Danielle.

Danielle puso su mano detrás de mi cuello, enredando sus dedos en mi cabello, moviendo mi cabeza a dónde ella quería.

Mis manos bajaron a sus caderas, levantando un poco su camisa, dándole paso a mis manos para tocar su piel, Danielle no se quejó ante esto, así que con mis dedos comencé a darle masajes en la espalda a Danielle, sentí como su espalda se tensó.

Nuestro momento acabó cuando el microondas empezó a sonar, dando a entender que las palomitas estaban listas, Danielle cortó el beso al asustarse con el ruido.

— Oh, eso fué...— Danielle intentó decir una palabra, pero no podía, estaba tratando de recuperar el aliento.

Mis manos aún seguían en su espalda, así que la abracé, sentí el calor de su cuerpo, su agitada respiración y sentí como ella me devolvía el abrazo lentamente.

— Crees que esto va muy rápido?— Danielle se separó de mí, mirandome con preocupación.

Esa no era mi preocupación.

— Eh, no, está bien.— Dije.

¿Que estaba haciendo? Haerin me va a matar, si se entera de esto me va a odiar. Lo siento tanto Haerin, estoy tan confundida, Danielle parece sentirse cómoda pero yo... no lo estoy. ¿Me estoy presionando? Tal vez. ¿Me siento bien con esto? No. ¿Le diré algo a Danielle? Por ahora no, tengo miedo.

«☁️: be with you ; daerin » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora