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P.o.v Haerin.

Las chicas se estaban despidiendo, ya se iban, ya era de noche y podría ser peligroso si se iban más tarde.

— Mi linda Haerin, nos vemos después.— Dijo Hanni mientras se lanzaba hacia mi para darme un abrazo.

— Cuídate Han, te quiero— Dije, a lo que Hanni asintió, tomó la mano de Minji y salieron de la casa.

— Oh, Eunchae!— Hanni se devolvió corriendo, se había olvidado de Eunchae.

— Increíble.— Dijo Eunchae indignada mientras era jalada del brazo por Hanni.

— Vinieron por mí, chau!— Dijo Hyein, quien salió y se montó en el carro de su mamá.

Me quedé mirando como mis amigas se iban, hasta que sentí como Vanessa venía casi corriendo.

— A dónde vas?— Vanessa volteó a mirarme seriamente.

— No te importa.— Dijo Vanessa antes de salir por la puerta. Increíble.

Cerré la puerta, suspiré consiguiendo tranquilidad, la tranquilidad duró poco hasta que sentí una mano en mi hombro. Grité.

— Haerin, no grites, soy Dani.— Al voltear miré a Danielle, quien me miraba con una sonrisa. Olvidé por completo su presencia.

— Por qué sigues aquí? Es muy tarde, es peligroso que te vayas más tarde, Dani.— Dije, Danielle sonrió.

— Me puedo quedar aquí?— Eh? Quedarse aquí conmigo?

— Oh, quieres quedarte a dormir aquí?— Pregunté.

— Si, si no te molesta, igual siempre me aburro en mi casa, además mi mamá me da permiso fácilmente.— Dijo Danielle, soltando una risita demasiado tierna a mi parecer.

— Estás segura?— Dije mientras levantaba una ceja, Danielle solo hizo un puchero. — Bien.— Dije antes de subir al cuarto con Danielle.

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— Tienes ropa para cambiarte?— Me había dado cuenta que Danielle no había traído nada de ropa extra.

— Oh, de hecho no.— Danielle me miró preocupada

— No te preocupes, yo te daré una pijama.— Le brindé una sonrisa a Danielle y busqué algún pijama para ella, tenía varias, así que le presté una pijama celeste. — Te verías bien con esta, siento que el celeste es tu color.—

Danielle asintió y tomó la pijama, pude notar como las orejas de Danielle estaban rojas, oh, se ve linda sonrojada.

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— Ya que Vanessa no está y no creo que llegue podrías dormir en su cuarto, si te incomoda dormir conmigo.— Dije, aunque realmente quiero que ella duerma conmigo, no sé por qué pregunto esto.

— Noo, dormiré aquí, no te preocupes.—  Dijo Danielle con un puchero, dios, se ve muy linda haciendo pucheros.

Danielle se acostó en mi cama, le dió unas palmadas a su lado dándome a entender que quería que me acostara, no dudé en hacerlo. Al acostarme quedamos frente a frente, Danielle me brindó una linda sonrisa, yo se la devolví, es lindo ver cómo sonríe, me da felicidad.

— Te puedo poner un apodo?— Preguntó Danielle, así de la nada.

— Oh, si, claro.

— Kitty.

— Kitty? Por qué Kitty?— Pregunté.

— Pareces un gato, tu hermana parece un gato, pero no sé, tu pareces y actúas como uno.— Danielle rió un poco.

— Actúo? Yo no ronroneo.

— Déjame ver.— Danielle comenzó a acariciar mi cabello, automáticamente cerré mis ojos, sintiendo el cálido tacto de la chica.

— Ves? Si actúas como uno, a veces.— Dijo Danielle. Yo solo reí.