4: Coraje

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Narra Wilhelm

No pude dormir toda la noche sintiendo un cúmulo de emociones, una parte de mi me gritaba que era un idiota por no haber besado a Simón y la otra quería abofetearme por si quiera haberme atrevido a pensarlo y es que si, se que el no se iba a alejar, se que estaba dispuesto a corresponder, pero esa no era exactamente la forma en la que alguna vez soñe que lo besaria, anoche en verdad quería hacerlo, moría por hacerlo, aún sabiendo que terminaría en su odio totalmente justificado, necesito esto más de lo que yo mismo puedo admitir.

Las clases pasaron y solo podía verlo de lejos, pensando en que podía hacer para acercarme, iniciar una conversación, Lo que fuera que me hiciera sentir que no le asquea mi presencia.

Por fin durante un pequeño descanso pude verlo sentando en una banca en el patio, me acerqué a el, guardando una distancia prudente mientras miraba su teléfono.

- Hola... ¿Estás ocupado? - Levantó la vista -

- No, ¿necesitas algo? - Habló de forma cortante y sentí algo hacerse nudo en mi estómago -

- No, sólo quería hablar contigo, yo no quiero meterme con lo de Marcus y tu, es que me quedé preocupado y quería saber como te sentías - Dije jugando con mis manos por los nervios -

- Estoy bien - Volvió a bajar la mirada como si intentará ocultar algo -

- Tus ojos no dicen lo mismo, pero si no me quieres contar esta bien - Me senté a su lado aún sin invadir su espacio - También quiero disculparme por como me porte yo... - Me interrumpió -

- Esta bien Wilhelm, no te mortifiques por eso, al final yo tampoco te detuve, fue cosa de dos.

- ¿Entonces si se vuelve a dar la ocasión si puedo besarte? - Simón volvió a levantar la mirada con el mayor fastidio posible -

- No me hagas perder la paciencia idiota - Sólo me reí -

- Es broma, no voy a hacer nada que no quieras y lo sabes - Acaricie su cabello -

- Gracias que gran ser humano eres - Sonrió con ironía -

- Que mal humorado, tu lo que necesitas es una fiesta - Sonreí -

- Y tu buscar alguien soltero pero aquí estamos - Siguió viendo su teléfono -

- Ya Simón habló en serio, en unos días los de tercero van a organizar una fiesta para recibir a los de nuevo ingreso, solo ven un rato, te la vas a pasar bien - En un inicio lo note confundido pero pareció considerarlo -

- Bien, lo voy a pensar  - Me  volvió a mirar, pero esta vez como si ya quisiera que me fuera y solo me levanté -

- Espero que puedas estar ahí sería lindo - Sonreí y me fui sin decir nada más -

Las clases siguieron su curso y Simón siguió evitandome de nuevo,  y tal vez tenía razón en hacerlo, no tenía motivos para estar cerca de mi de nuevo como anoche, no somos ni amigos y aunque quizás no lo admite para no lastimarme, se que si le molesto mucho el que lo intentará besar.

Pero ya lo hecho, hecho esta, no hay mucho que hacer, al terminar  las clases me quedé en las escaleras de la entrada principal esperando verlo salir.

Como siempre el carro de Marcus estaba afuera, esta vez puntual para ir por Simón, lo vi salir con un estúpido ramo de flores de esa chatarra que llama carro y tragué saliva con fuerza disimulando el coraje retenido por no poder romperle la cara, ¿En verdad quería arreglar algo tan horrible con unas flores?.

Cuando pensé que en verdad estaba alucinando vi a Simón salir emocionado, abrazandolo como si llevará siglos extrañandolo y recibió sus flores de forma cariñosa y con un gran brillo en los ojos.

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