¿Por que ese tipo seguia mirándolo?. Gulf no queria prestar atención a algo como eso, tampoco creía que debía preocuparse, estaba más ocupado tratando de acomodar algunos libros sobre la estantería, sin embargo ese hombre estaba siguiendo todos sus movimientos, sus ojos estaban bien puesto sobre él que no estaba seguro que fuera tan fácil de ignorar.
¿Estaba aquí para comprar un libro o para verlo trabajar? Llevaba más de veinte minutos en la tienda y comenzaba a exasperarle su mirada.
– Gulf – le llamó Diana en susurro – Ese hombre guapísimo no deja de mirarte.
– Lo se – dijo él frunciendo el ceño.
No podía negar que era demasiado atractivo. El tipo era alto, con un cuerpo atletico y el cabello color castaño bien cortado, sin duda tenía porte y legancia. Estaba seguro que era muy popular y cotizado entre las mujeres, sin embargo, había algo en él que le inquietaba demasiado, como si ya lo hubiese visto en algún lugar. ¿Pero en donde?.
– ¿No crees que se parece a..? – las palabras de Diana se vieron interrumpidas en el instante en el que el tipo se acercó hacia ellos.
– ¿Vas a comprarlo? – Gulf trato de ocultar esa incomodidad que sentia ante esa mirada excesivamente profunda que estaba puesta sobre él.
– ¿Trabajas aquí? – pregunto el tipo dejando el libro sobre el mostrador.
– Eso es obvio, ¿no? – ¿por que le hacía una pregunta tan evidente? – ¿Vas a comprarlo o no? – volvió a repetir.
– ¿Eres así de grosero con todos tus clientes? – cuestionó el hombre con una sonrisa por demás superfial.
– Solo con tipos que se me quedan viendo como si fuera un bicho raro.
Ni siquiera entendía del porque contestaba de esa manera, por lo general era gentil y educado, pero este sujeto tenía algo que le ponía los pelos de punta y no le gustaba para nada la forma en como lo miraba.
– No creo que seas un bicho raro, solo me preguntaba que tenías de especial.
– ¿Disculpa?
– Claro, que si te comparamos con los otros, tengo que decir que tu fuiste el más decente.
No estaba comprendiendo sus palabras. ¿Acaso lo conocía?.
– No entiendo que intentas decir pero si no vas a comprar ninguno libro, te pido que te retires de mi tienda.
– ¿Es lo que te preocupa?. Bien, lo pagaré – saco su billetera y dejó un par de billetes sobre el mostrador – Necesito que le des un recado a mi hermano, ¿puedes hacerlo?
– ¿Tu hermano? – Gulf arrugo las cejas, confuso.
– ¿No eres unos de los amante de Tyler?.
Solo bastaron esas palabras para que intercambiara miradas con Diana. Los dos estaban igual de sorprendidos. Ahora entendía del porque se le hacia tan familiar, ambos tenían la misma arrogancia y esa sonrisa de bastardo que tanto detestaba.
Por lo poco que llegó a conocer a Tyler, este no era alguien que hablará de su vida privada, él solo buscaba una sola cosa, iba a su objetivo y no perdía el tiempo con cosas, según él, tan banales y rediculas. Claro que en ese entonces, hubiera querido saber más del rubio, pero esa barrera que constantemente se alzada sobre él jamas le permitió conocer más allá de lo que dejaba mostrar, y pese a haber dejado de lado aquel recelo con Tyler, no es como si realmente le importara su vida o algo parecido.
– Solo salimos un par de veces, es todo – aclaró Gulf.
– Lo se, estoy muy al tanto de eso – acotó el otro – Supongo que Tyler no ha cambiado en todos estos años. Sé que clase de vida lleva, como también sé que él jamás sale con el mismo chico dos veces, desde que estaba en la secundaria que fue así – observó al menor detenidamente, como si buscara algo – Por eso me pregunto, ¿que te hace a ti tan especial?. No es por ofender, pero no eres alguien del estilo de Tyler, tu apariencia tampoco es la mejor y no parece que te preocuparas tanto por eso, algo me dice que tu vida es demasiado absurda y nada interesante.

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Inesperado (MewGulf)
RomantizmEn ocasiones, el amor se encuentra en las personas menos esperadas. - MewGulf