ᵘⁿᵃ ᵇᵉˡˡᵃ ⸙ 𝑼𝑵𝑰𝑶𝑵 「𝚁𝙸𝙽𝚂𝙰𝙶𝙸」

──── ∗ ⋅✧𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝𝐚𝐝✧⋅ ∗ ────

──Explícame, que estupidez hiciste.── frunció su ceño

──Yo.. creo que le confesé mis sentimientos.── murmuró con mucha vergüenza

──¿Pero dices? que ambos ya estaban tomados, ¿no es así?── alzó una ceja

──Si, tomamos mucho

──Puede que no se recuerde de eso, puedes estar tranquilo.── suspiro con pesadez ──No te preocupes, yo intentaré calmar a Kaiser.

──Por favor, no quiero que me mate.── suplicó afligido

──Bien, pero me debes un favor.

──Cualquiera, yo lo haré.

──Cuida a Edel y a Adel.── cruzo sus brazos

──¿Qué? ¿Pero y por qué tengo que cuidar a tus hijos?── frunció su ceño, no soportaba a los niños, mucho menos a los bebés

──Oh, si no quieres no hay problema.── se encogió de hombros

──Olvídalo, los cuidaré.── se rindió, sabía lo que la mirada de su hermano menor decía

──Esta bien, yo iré a hablar con Kaiser y creo que tendrás que cuidar a mis bebés por unos días.── desvío su mirada a otra parte, escondió lo que tramaba

──¡Quiero tener más citas con Isagi y tus hijos no me dejarán tranquilo!── se quejó con furia

──Mira Rin, no es mi problema que tú hayas creado un malentendido con mi novio, si quieres que te ayude tienes que poner de tu parte.── su aura cambio a una furiosa

──Bien, bien, pero cálmate, tus feromonas me empiezan a marear.── cubrió su nariz, el aroma de su menor lo mareaba mucho

──Estoy calmado.── suspiro ──Los cuidarás a partir de hoy, está es la lista que siempre ocupo para ellos.── entrego en las manos contrarias, una pequeña hoja de papel

──¿Dónde están? Porque es obvio que aquí no están.── miro con curiosidad al menor

──Están en mi otra casa, las sirvientas los están cuidando.── su voz y feromonas se volvieron pacíficas

──¿Cuántas casas tienes?── lo observo incrédulo

──Te sorprendería saber, pero eso es otro asunto.. no solo son casas.── murmuró lo último

──Bien, iré a recoger a tus bebés y me los llevaré a blue lock.── cruzo sus brazos

──Bien, solo cuida a mis hijos como algo más importante que tu vida.── suspiro ──Ellos lo son todo para mi, Rin.── sonrió tras lo dicho

──Gracias.── habló sarcástico, ganándose una pequeña risa de su hermano

──Gracias por venir a visitarme.

──Gracias por querer ayudarme.

──Somos hermanos Rin, haría lo que fuera por ti.── sonrió con sinceridad y mucha tranquilidad

──Yo también, mi pequeño hermano.── acercó al menor hacia el y se puso a despeinar, esos suaves cabellos rojizos

Era muy agradable volver a convivir con aquel familiar, al que nunca pudo abrazar tiempo atrás.

El pasado los separó, pero el futuro volvió a unir, aquellos hermosos lazos de sangre.

Ambos habían anhelado sentir la calidez de la hermandad. Hoy por fin la podían vivir en persona.

Gracias hermano por aparecer en mi vida, te extrañe mucho.