El Espadachín Marcado, aquél que sobrevivió a las garras de la muerte en más de una ocasión ha llegado a un mundo extraño, un mundo muy diferente al suyo pero.. aunque las diferencias sean grandes después de haber vivido tantos acontecimientos extra...
Guts comenzó a bajar por la cornisa que llegaba a un cementerio. Una vez allí las tumbas comenzaron a desprender una niebla oscura, Guts sacó su Mata Dragones y así varios esqueletos aparecieron de la tierra.
-Esto se parece demasiado a las noches en mi mundo... - Guts lanzó un corte en horizontal cortando a varios de los esqueletos.
Una vez echo Guts notó como un aura salía de los huesos, y estos comenzaron a unirse nuevamente. Guts antes de eso los volvió a golpear, destruyéndolos completamente. Una vez terminado Guts continuó su camino, llegando por fin a la tierra de los lagos.. Liurnia.
Guts caminó por la zona hasta que vio a un mercader, acercándose a este y así preguntar por el lugar.
-Así que quieres llegar a la Meseta Altus.. - El Mercader observó a Guts. - Bueno.. te lo diré por un pequeño precio..
Guts suspiró y le dio algunas de las Runas Doradas que tenía.
-Gracias buen señor.. - El Mercader tomó las runas. - Para llegar a la Meseta Altus debes dirigirte a la zona Norte de las tierras, una vez allí podrás ver una cueva de minería.. además se dice que en una aldea abandonada se encuentra parte del Medallón para poder usar el Ascensor secreto..
-Si es solo una parte no me vale.. tardaría mucho tiempo.. me viene mejor la cueva..
-Pues entonces te diré algo más.. - El mercader se acercó a Guts. - Ten cuidado en la cueva.. un Dragón de Magma habita en ella..
-Gracias por eso..
Guts comenzó a caminar por las tierras, encontrando en el lugar diferentes tipos de enemigos. Durante el viaje Guts se había enfrentado a unos extraños seres, estos eran de un color grisáceo, además de poseer grandes ojos de un negro oscuro.
Albinauricos
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Guts continuó su camino hasta que se encontró con unas ruinas, estas eran pertenecientes a una antigua ciudad, posiblemente la Capital de Liurnia, destruida durante la Guerra Civil, y en una de las tantas ruinas estaba Diallos, pero este estaba llorando.
-Oye.. - Guts se acercó, notando el cadáver que había a sus pies.
-¿Cómo pudieron hacer esto? - Diallos tenía una mano en su rostro para ocultar sus lágrimas.
-[Así que es ella...] - Guts recordó la pequeña plática que tuvo con Diallos la primera vez que se conocieron.
-Oye.. -Diallos le habló cuando Guts estaba por irse.
