CAPITULO 2

130 25 11
                                    

Taehyung sonrió cuando escuchó a Haerin hablar como un bebé a Jinnie. Estaba atada en la sillita de bebé de la mesa, comiendo. Jinnie estaba en una trona junto a la mesa. También estaba comiendo, aunque parecía tener más encima de lo que llevaba a la boca.

—Estás a cargo de la limpieza. —Felix dijo y dio a Haerin unos trozos pequeños de manzana. —Tengo que poner la lavadora.

—Sí, puedo hacer eso. —Limpiar a los niños antes de que se echasen la siesta no era tan malo. Taehyung tomó otro sorbo de café y miró a su hermano. Hyunjin y Jin aún estaban afuera en el campo. Ahora era probablemente uno de los pocos momentos en que podía estar a solas con Felix. —He decidido aceptar la oferta de San de compartir apartamento con él en la ciudad.

Felix se detuvo un momento y luego continuó limpiando el desorden que dejó al cortar las manzanas. —¿Es a causa de Hyunjin y de mí?

—¿Qué? —Taehyung frunció el ceño. —No, claro que no. ¿Qué te haría decir algo así? Tú y Hyunjin son perfectos el uno para el otro. —Aunque era un poco nauseabundo ver a los dos enamorados juntos.

—Te he visto mirándonos. —Felix se encogió de hombros como si no fuese nada, pero su postura rígida decía otra historia. —Me preguntaba si te molestaba.

—Felix, ¿sabes que soy gay, verdad?

—Bueno, sí, pero…

—En cualquier caso, estoy celoso. No de ti o Hyunjin exactamente, más bien de lo que tienen ustedes. Quiero lo mismo. —No creía que fuese a encontrarlo nunca. Felix podría haber encontrado al último buen hombre gay que existía.

—¿Es eso por lo que te mudas?

—No.

Y realmente no quería discutir las verdaderas razones. Sus problemas con Jin eran privados, incluso para su hermano. Había cosas que no podía compartir con nadie. —Necesito estar más cerca de la ciudad. No tengo coche y me van a mandar los avisos aquí muy pronto. No tendré forma de ir a trabajar si surge una emergencia.

—¿Pero mudarte Taehyung?

—Puede que sea hora Felix. Tengo veintidós años. Puede que necesite estar un poco por mi cuenta. —Los ojos de Taehyung se desviaron a los hermanos que criaban juntos, Felix más que él. —Seguiré viniendo tan a menudo como pueda, pero…

—No me preocupa eso Taehyung. Hyunjin y yo podemos encargarnos de los niños. —Movió la mano para señalar a los niños antes de mirarle directamente a los ojos. —Me preocupas tú.

—Aww. Puedo cuidarme yo solo Felix. Lo sabes. —Taehyung había aprendido por las malas a alejarse de los problemas o al menos mantenerse fuera de la línea de fuego. Pero le había costado más de una paliza aprender esa dura lección. —Voy a estar bien.

—Lo sé —Felix murmuró. —Pero te voy a echar de menos.

—Voy a estar en la ciudad, hermano. Podrás venir a verme siempre que quieras.

—Lo sé, pero no va a ser lo mismo sin ti aquí.

Taehyung se estremeció por la tristeza en la voz de Felix. —¿Quieres que me quede? —Lo haría si Felix se lo pidiese. Taehyung no podía pensar en algo que no hiciese por su hermano mayor. Felix había sacrificado su vida por cuidar de él y de sus dos hermanos pequeños. Incluso había renunciado al hombre que amaba. Cuando estaban huyendo fue cuando Felix reconectó con Hyunjin y encontraron su final feliz.

—No, claro que no. —Felix no sonaba convencido. —Imagino que estoy acostumbrado a tenerte alrededor.

—No me voy a la luna Felix. Sólo-…

WINDY SPRING IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora