CAPITULO 9

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 Jin se desvistió rápido y se metió en la ducha. Inclinó su cabeza hacia adelante y dejó que el agua caliente fluya sobre su cabeza, rogando que borrase la imagen de Taehyung enojado. Era posiblemente la cosa más sexy que había visto en mucho tiempo, en al menos un mes. Si no estuviese intentando tan duro ganarse de nuevo el corazón de Taehyung, lo haría enfadarse más a menudo. El sonrojo que había llenado las mejillas de Taehyung le había dado un brillo rosado que lo hizo verse más vivo y vibrante que nunca. Si Taehyung pusiese toda esa energía en su vida, sería imparable.

Dios, si pudiese conseguir que Taehyung llevase esa alegría de vivir a la habitación, nunca saldría. Sólo pensar en el sonrojo de las mejillas de Taehyung convirtió su ya semidura polla en tubo de acero. Jin gimió cuando alcanzó y palmeó su erección, apretando hasta que dolía. Bueno, ya dolía pero por una razón enormemente diferente. Taehyung lo estaba volviendo loco. Había pasado la mayor parte de las últimas cinco semanas insertándose en la vida de Taehyung en cada oportunidad, incluso yendo tan lejos como seguir al hombre y tropezar con él. Y Taehyung aún no le daba ni la hora del día. Concedido, intercambiaban cortesías cuando era requerido, pero salía tan pronto como podía hacerlo educadamente. A menudo, Jin se encontraba persiguiendo a Taehyung sólo para pasar un momento más en su presencia.

Las noches eran lo peor. Taehyung no había estado en su cama antes, pero saber que quiso estar allí, tenía a Jin en un estado constante de excitación. No creía haber tenido su polla tranquila en semanas, sin importar que se masturbase todas las noches fantaseando con Taehyung. Esta noche no sería diferente. Jin presionó su mano libre en la pared de la ducha y comenzó a acariciar la longitud de su dura polla desde la base hasta la punta y repetía, una y otra vez de nuevo, apretando, acariciando, restregando su pulgar por la corona. Su respiración se entrecortó cuando sus fuertes caricias aumentaron de velocidad. Jin se apoyó en la pared de la ducha tras él, apoyándose para alcanzar a acariciar sus bolas. En su mente, se imaginaba los finos dedos de Taehyung acariciando su saco, arrastrando sus uñas por su sensible piel.

A Jin le gustaba el sexo un poco rudo, otra razón por la que había intentado tan duro mantener la distancia entre Taehyung y él. No creía que el hombre estuviese preparado para sus gustos en el sexo. Ahora pensaba diferente. Si pudiese conseguir que Taehyung hiciese más que mirarlo. Jin acarició un poco más duro, su alto gemido hizo eco en el cuarto de baño como un proyectil atravesando una pared. Su cuerpo se tensó, sus músculos se apretaron como si cada nervio de su cuerpo fuese electrificado por el placer disparado por su sistema.

—¡Joder, Taehyung! —La cabeza de Jin golpeó la pared alicatada cuando se vino, su polla disparando cuerdas de semen y mezclándose con el agua caliente que rociaba su piel. Jin se desplomó en la pared y dio a su sensible polla unas pocas caricias más largas y relajadas. Fue sorprendentemente corto, pero infiernos, estuvo genial. Jin se situó bajo la ducha de nuevo, mojándose el pelo antes de alcanzar el champú.

Necesitaba dejar de hacer esto. Iba a empezar a tener callos en su polla de tanto masturbarse fantaseando con Taehyung. Taehyung en sus rodillas. Taehyung chupando su polla. Taehyung inclinado en cualquier superficie plana. Básicamente, Taehyung. Sabía que si consiguiese llevar a Taehyung a su cama, podría volver a pensar de nuevo. Y no porque supiese que el sexo sería impresionante. Necesitaba sostener a Taehyung, tumbarse junto a él y oler al hombre. Agarró la botella de gel y vertió un poco en la esponja vegetal que estaba colgada en la ducha. Mientras se frotaba el cuerpo, su mente vagó de nuevo a pensamientos sobre Taehyung. Dudaba que sus pensamientos se hubiesen apartado de Taehyung en semanas, puede que meses. El hombre captó su atención hace un año cuando llegó por la noche. Sus ojos azul claro estaban llenos de temor, pero su mandíbula estaba apretada con un tozudo orgullo que llamó a los instintos más básicos de Jin.

WINDY SPRING IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora