Archer llevaba setenta y dos horas de turno, estaban investigando un caso que los tenía a todos nerviosos en la estación. No se había comunicado durante esas setenta y dos horas con nadie en casa.
Harley estaba preocupada, cada hora que pasaba se preguntaba cómo estaría el hombre, si había comido o si necesitaba algo así que preparó una cena para él y sus compañeros. Las puso en tuppers individuales y la llevó hasta la estación.
—Maldición—susurró cuando olvidó su móvil en casa pero ya no le daba tiempo de volver.
Al llegar a la estación se dio cuenta que no habían personas ahí dentro como habitualmente lo hacían. Intentó sostener la bolsa que llevaba en su brazo con fuerza, cuando entró aquella sonrisa que traía desde la mañana volvio, ya que, vio a la chica de recepción.
—No puedes estar aquí debe ir a casa ahora Harley—se levantó para tomar de la espalda a Harley e intentar llevarla hasta la puerta.
—Espera, venía a ver a Archer—se soltó del agarre de la chica—. No lo he visto hace setenta y dos horas. Estoy preocupada por él.
—El jefe está muy ocupado ahora, mejor vaya a casa con cuidado y no se detenga—abrió la puerta mirando a todos lados para salir juntas pero antes de llegar al estacionamiento un hombre tomó por el cuello a Harley para entrar a la estación nuevamente.
—Deja de moverte.
—¿Qué carajos? ¡Suéltame!—Intentó arañar los brazos del hombre pero no la soltaba por ningún motivo.
—¡Quédate tranquila!
Los gritos alertaron a los policías dentro del cuarto de interrogación.
Archer reconoció la voz y corrió tomando su arma para llegar al vestíbulo, aquel hombre parecía fuera de si y sostenía a la chica por el cuello.
—¡Suéltala ahora!—gritó apuntando al hombre, sus manos sudaban y tenía un dolor persistente en el vientre.
—Oficial Sinclair, ¿me recuerda?—preguntó el hombre desconocido apretando un poco más el cuello de la chica quien tenia sus uñas enterradas en el brazo del hombre—. Me llevó a prisión hace unos meses porque según dijeron que había golpeado a mi esposa.
—Y lo hiciste, ahora dame a la chica y nosotros resolveremos esto, puedo usar mi arma si una civil está en problemas. No querrás retarme con mi puntería.
—No, no me está entendiendo—negó el hombre soltando una risa—. Ustedes tienen a mi Margo ahí dentro y esta chica guapa dijo que venía por usted asique me pregunto ¿Cuánto le dolerá ver morir a su chica?—apuntó la cabeza del Harley para luego bajar hasta su vientre—, y a su hijo.
—Déjalas, hablaré para que bajen tu sentencia—trató de convencer, el hombre apretó el agarré en el cuello de Harley y le dio un golpe en el vientre—. Por favor, te lo ruego.
—Dame a mi esposa y tendrás a tu familia en proceso, de regreso.
Archer estaba sudando frío y por primera vez sentía miedo.
—No puedo dártela, podemos llegar a un acuerdo, pero dame a mi mujer y tu y yo iremos a mi oficina.
—¡No, que Margo venga aquí o le vuelo la cabeza a esta mujer y no me importa que esté embarazada!—la anterior mencionada escucha todo desde la sala de interrogación y decidió salir, no podía dejar morir a alguien.
Caminó por los pasillos ubicándose justo a un lado de Archer.
—Suelta a la chica, ella no tiene nada que ver—se acercó a paso lento al hombre quien está bajando la guardia y el agarre sobre el cuello de Harley quien pudo respirar normal—. Suéltala, cariño.
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All You Need Is Love (En Edición)
RandomHarley está huyendo desde los dieciocho años de Londres cuando se dio cuenta que no era buena idea posponer sus sueños por el chico que imaginó ser la pareja perfecta desde los diez años. La madre de Harley siempre fue la mejor amiga de los Kinnaman...