Capítulo Seis.

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Harley.

Le di el último sorbo a mi jugo, adoraba el sabor del limón y la fresa era realmente exquisito.

Mi móvil sonó a mi lado indicando que el pedido que había hecho estaba confirmado. Los libros juveniles que había encargado estaban por llegar.

—¿Dónde pongo esta mesa, hija?—preguntó papá cargándola.

—Cerca de la ventana, de todas formas tengo que acondicionar todo aquí y el carpintero que han sugerido llegará en unos minutos.

Por fin podría comenzar a trabajar en lo que sería mi futura librería.

—De hecho no es un carpintero profesional es alguien que lo tiene como trabajo esporádico y para tener más fondos, pero es muy bueno en su trabajo.

—Mientras sepa lo que hace está bien para mi. Confío en tu criterio—puse una mano sobre mi vientre cuando sentí una vez más aquellas mariposas dentro de mi.

El lugar no estaba nada mal, de hecho es muy familiar y pintoresco, planeaba poner algunos poster con película antiguas y pasajes de libros históricos, por supuesto debía tener un retrato de Jane Austen y Oscar Wilde, era lo que quise desde que la maestra nos puso títulos de estos autores como lectura de verano.

Fui a la cocina pequeña que había en el lugar para rellenar mi jugo, cuando tomé el jarro de este escuché la campanilla seguramente había llegado el carpintero del que hablo papá. Una vez dejé mi vaso relleno volví a la parte delantera.

—Hola, soy Harley Landers y mi padre me dijo que vendría hoy.

El hombre volvió a verme y no era cualquier hombre, claro que no, era Gavin quien está frente a mí. Tenía mejor aspecto que la última vez que lo vi.

—Tu padre me ha dicho que necesitas ayuda.

—Esperaba a otra persona la verdad, no esperaba que fueras tú—le di un sorbo a mi jugo para ir a dejarlo al mostrador.

—Solo vengo a ayudar, Harley. Soy un trabajador mas.

—Bien, entonces comenzaremos derribando esta pared—señalé el muro frente a mi, no me gustaba en lo absoluto, justo aquí pondría un estante con libros juveniles, uno donde pueda poner por ambos lados—, tampoco me gusta el piso, me gustaría uno de...

—Madera—respondió por mi—, color caoba, se que te gusta y más cuando está reluciente.

—Si...¿Crees que puedas comenzar cuanto antes? Podemos hablar de tus honorarios.

—Claro, solo tomaré algunas medidas y traeré las herramientas. Te enviaré mis honorario a casa de tus padres, confío en ti.

—Eso suena perfecto, si necesitas algo estaré en la cocina—Gavin sonrió a medias para ir a ver el muro que dividía el lugar, pasó toda la tarde quitando el antiguo piso de madera.

Cerca de las seis de la tarde me acerqué a él para avisar que ya debía irme a mi clase, así que él debía irse también. Gavin secó el sudor que corría por su frente con su camiseta provocando que esta se levantara y dejar al descubierto su vientre.

—Ya es hora de ir a casa, mañana estaré aquí desde las diez o puedes pasar por las llaves. Supongo que te gusta trabajar mucho mas temprano.

—Vendré a las ocho, así que pasaré por tu casa para traer las llaves—Asentí para ir por mi bolso—. ¿Quieres que te lleve a casa?

—No, gracias pero no iré a casa así que tomaré un Uber.

—Iré a la casa del lago, pasaré por el centro.

All You Need Is Love (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora