Capítulo Veintidós.

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Harley.

—¿Ya puedo quitarme la venda?—pregunté a Archer escuchando una dulce carcajada venir de su parte.

—No, aun no. Ya queda poco amor.

—¿No me estás conduciendo a mi muerte verdad? Por que quiero recordarte que tengo a una bebé de un mes y medio en casa a quien quiero ver crecer y estoy seguro que querrá ver a su fabrica e leche.

—Solo diez minutos cariño y llegaremos.

—Bien—respondí tocando la venda que tenía en mi cara, intenté quitarla pero sentí la mano de Archer impidiendo.

—Me obligaras a esposar.

—No me molestaría, pero en otra situación—confesé guardando silencio de inmediato, Archer detuvo el auto y puso una de sus manos en mi pierna.

—Dale por hecho entonces cariño—besó mis labios para jalar el labio inferior y dejar una mordida en mi cuello.

Me removí en el asiento soltando un suspiro, eso estuvo...candente.

—¿Ya llegamos?—insistí.

—Si, ya lo hicimos—Archer se bajó del auto para venir hasta mí y ayudarme a bajar, el suelo estaba con rocas pequeñas.

—Creo que fue mala idea traer tacones. Debiste avisar.

—No, no lo fue, pero si quieres puedo cargarte en mis brazos—ofreció entrelazando mi mano con la de él para caminar juntos, me afirmé de su brazo buscando estabilidad y también sentirlo cerca.

—De vuelta al auto aceptaré tu propuesta.

Caminamos durante unos minutos y escuchaba naturaleza rodearnos, seguro que cerca había alguna granja o algo por el estilo por que escuchaba animales.

—Ya puedes ver—quitó la venda de mis ojos.

Frente a mí había un globo aerostático rosado con una combinación de patrones celestes, un hombre mayor nos saludaba desde este.

—¿Qué es esto?—pregunté mirando a Archer  impresionada.

—Cuando fuiste mi mentora de deportes recuerdo que llevabas una agenda de dibujos donde el primero de estos era un globo aerostático rosa. Un día dijiste que querías estar en uno de estos como deseo y además lo agregaste a uno de tus libros asique aquí lo tienes—señaló el globo sonriendo—. Es para nosotros y traje mi cámara.

—Eso fue hace mucho tiempo Archer ¿Cómo es que aun lo recuerdas?

—Tengo buena memoria, mucho más cuando se trata de ti—mi pecho se llenó de emoción y me acerqué para besarlo, el viento soplaba mi cabello mientras besaba a Archer y mis pulmones se llenaron de oxígeno y su perfume.

—Será mejor que subamos, quiero que veamos juntos el atardecer ahí arriba.

—Pero antes—levanté su cámara—. Sera el recuerdo perfecto antes de subir. Archer besó mi mejilla y yo solté una carcajada captando aquel momento.

El hombre que elevaba el globo era realmente agradable y recatado, solo nos conversaba de vez en cuando, cuando llegamos al punto máximo el sol se estaba poniendo.

—Es realmente hermoso—murmuré mirando asombrada el alrededor.

—Me alegra que te gustara, si lo piensas bien es nuestra primera cita oficial—volteé a verlo para asentir, Archer sonreía tomando fotografías.

—Aunque para mi nuestra primera cita fue aquella vez que compartimos palitos de ajo, aunque fuera un grano en el culo—me abracé a mi misma.

—Tenemos una cita cada madrugada—lo miré curiosa cuando acomodó su  chaqueta sobre mis hombros—. Mahina nos regala una cita cuando quiere mantenerse despierta. Es una adorable cita con canciones de cuna y gruñidos de fondo.

All You Need Is Love (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora