XV

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— Bom dia, guapito— hablo Cellbit, quien venía saliendo de la cocina con un café entre sus manos cuando noto al contrario ya despierto y tallando sus ojos

Esa noche se quedaron a dormir en casa de Cellbit, puesto que era muy tarde y era peligroso. Así que Forever y Cellbit habían decidido en quedarse, y claro que si Forever se quedaba ya no había quien llevase a Roier a su hotel

— Buenos días, gatinho. ¿ya desayunaste?— preguntó con curiosidad al ver al brasileño con su taza de gatitos llena de café

— Oh, no. Solo me gusta iniciar el día con una buena taza de café. Recién estoy despertando también— explicó con una somnolienta y amable sonrisa

— 'Ta bien, pues. déjame a mí hacer el desayuno. ¿y Forever?

— Creo que sigue durmiendo en mi habitación— contestó con duda

— Bueno, ve a por él, yo cocino

Cellbit ya conocía un poco más a Roier, y sabía que no podía replicar en su contra, porque igual saldría perdiendo, y al final, ¿que perdía? nada.

Inmediatamente se fue a su habitación y toco la puerta despacio, esperando alguna respuesta del otro lado, que exitosamente fue dada

— Adelante

Se escuchó desde el otro lado de la puerta con un tono somnoliento. Cellbit hizo caso a la afirmación y entró con lentitud, encontrando a su vista un Forever casi dormido de nuevo, haciendo que el más alto riera ligeramente

— Forever, levanta tu culo de mi cama ya. Roier esta haciendo el desayuno— comentó quitándole su cómoda manta de encima al adormecido Forever

— No quiero... pero ¿qué hará de desayuno?— pregunto con curiosidad, abriendo uno de sus ojos, mirando fijamente al menor

— No estoy muy seguro, por eso hay que ir para averiguarlo. ¡Levántate caralho!— seguido de sus palabras, tomo la manta con fuerza y la quito de encima de su amigo, haciendo que soltará un quejido por el frío. No solo satisfecho con eso, tomo del pie a Forever y lo arrastró hasta que cayó al suelo, recibiendo un grito del contrario

— CELLBIT, TAPORRA, ¿O QUE TE PASA? FILHO DA PUTA, ¡ESO DOLIO!— se quejaba mientras sobaba su cabeza del fuerte golpe

— Levántate, en la cocina hay café — y sin decir más, salió de la habitación, solo escuchando de fondo los gritos de insultos de su amigo

Luego de unos minutos, ya todos se encontraban comiendo en la mesa unas deliciosas tostadas con mantequilla, huevo con verduras y algunas cosas más junto un vaso de jugo de naranja.

La estaban pasando muy bien, hablando de cosas variadas y riendo. Cómo Roier cocino Cellbit se ofreció a lavar los platos y Forever los secaba, Roier solo estaba detrás de ellos hablando y asustandolos repentinamente de vez en cuando con algún grito aleatorio.

Cabe aclarar que los 3 salieron mojados de aquella cocina ya que por castigo a Roier por los sustos le tiraban gotas de agua, cosa que agravó con notoriedad.

[2 p.m.]

— Cellbit, ya es hora de sacar a pasear al niño, ¿no crees?

— Oh, sí. ¡Vamos a enseñarte Brasil Roier!— dijo entrando a su habitación y buscando su mochila, llenandola de cosas necesarias

— ¿A poco si? ¿Y que veremos hoy? — entro a la habitación y se sentó a la orilla de la cama, mirando con atención a Cellbit

— Vamos a llevarte a [algun sitio importante y/o lindo, yo no sé de Brasil jahsj] es muy bueno ahí — dijo Forever arrecostado del marco de la puerta con cierta emoción de enseñarle a su amigo Mexicano de su país

𝐵𝑎𝑟𝑟𝑒𝑟𝑎 𝐷𝑒 𝐼𝑑𝑜𝑚𝑎𝑠.  𝐆𝐮𝐚𝐩𝐨𝐝𝐮𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora