𝙘𝙞𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙙𝙤𝙨

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Días atrás.

Mark no podía negar que en las últimas semanas, estar junto a Donghyuck no era sinónimo de molestia, con el tiempo había comenzado a comprender un poco más al menor. Era notable el cambio entre ellos, a pesar de estar en esa extraña relación, también podía ver algo como una buena amistad, alguien con quien poder compartir de sus cosas personales y disfrutar de diversos debates.

Estar junto a Donghyuck se le había vuelto tan normal, como si siempre su relación hubiera sido la misma, como si desde un comienzo hubiera sido normal llegar de sus clases, con algo de comida y besar a su compañero, para luego compartir un rato juntos. No se había cuestionado ninguna de esas acciones, su mente las aceptó y procesó de manera instantánea, hasta hace unos días, dónde podía sentir cierto cambio en los pequeños detalles, un simple beso lo dejaba con ganas de más y una caricia le producía un hucarán en su interior, en su momento, prefirió ignorarlo.

Hasta que llegó Wendy, para complicar las cosas.

Cuando uno de sus compañeros de clase, le avisó que alguien lo buscaba, por su cabeza jamás cruzó la idea de que fuera su exnovia, pero para su desgracia, era ella. Por obvios motivos, la primera vez no quiso hablar con ella, es decir, habían pasado meses luego de que ella decidiera terminar la relación y en ese tiempo, ella jamás le había mandado un mísero mensaje, al menos diciendo que lo sentía. Pero ahora, aparecía como si nada, exigiendo hablar con él.

Y no se rindió, luego fueron las llamadas y los mensajes, eso comenzaba a cansarlo, realmente no tenía ganas de hablar con ella, estaba muy bien sin su presencia. Wendy continuó con su insistencia, hasta que logró que el canadiense accediera a hablar con ella.

—¿Qué se supone que quieres? —inquirió el canadiense cuando se encontró con su exnovia, fuera del campus.

—Hola, Mark, ¿cómo estás?

El menor rio amargamente, evitando la mirada de la chica.

—¿Ahora te interesa saber cómo estoy?

—Sé que es descarado de mi parte, terminé contigo sin razón y nunca más volviste a saber nada de mi, lo siento —expresó la castaña, realmente sonaba arrepentida—. Aunque tengo mis motivos, no es suficiente para lo que hice.

Mark dejó de lado su orgullo y decidió escuchar a la chica, a la cual, sin querer admitirlo, le tenía mucho cariño, fue su primera relación seria, realmente una muy bonita, de la que había aprendido mucho y en la que pasó pormuchos momentos, tanto buenos, como malos.

—¿Y qué es?

—No es fácil para mi decirlo, pero mereces saberlo —aclaró Wendy, estaba completamente nerviosa—. Terminé nuestra relación porque había comenzado a sentir cosas por Sooyoung.

El menor quedó anonadado, quien iba a imaginar que eso ocurriera y que eso fuera el punto de quiebre en su relación, en esos días posteriores al rompimiento, él pensó que quizás la relación se había vuelto algo monótona o que tal vez, Mark no le demostraba el afecto necesario. Podía ver los ojos temerosos de su exnovia, esperando alguna devolución.

—¿Park Sooyoung?, ¿tu mejor amiga?

La castaña asintió.

—¿M-me engañaste con ella?

—¡Oh, por Dios! ¡No! —los ojos de Wendy se abrieron estrepitosamente y sus manos negaban junto a su cabeza—. Si hubiera hecho eso, no estaría parada aquí, eso sería demasiado. Lo que pasó, es que ella comenzó a gustarme, sentía que a ella también le pasaba lo mismo, y de verdad no quería hacerte esto, no sabía si estaba confundida o realmente sentía aquello, pero todavía así, sentía que no lo merecías, aunque me dolió, preferí terminar con lo nuestro y no te dí mis verdaderas razones porque tenía miedo, sé que no hubieras hecho nada malo, pero el temor de ser juzgada me atormentaba. Lo siento.

𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘊𝘳𝘰𝘴𝘴 𝘛𝘩𝘦 𝘓𝘪𝘯𝘦 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora