Capítulo 10

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Siendo honestos, la vida de Will en las últimas semanas se ha trasformado en una película romántica cursi y ridícula, pero divertida. Sí, lo sabía, un cliché total que estaba destinado a un fracaso inevitable y convirtiéndose solo en recuerdos de la adolescencia, que con suerte envejecería lo suficientemente bien para ser olvidado. Pero en defensa de Will, adoraba esas películas, y ser el protagonista de algo que no sea la heroicidad le hacía sentir al fin como un chico normal.

Era miércoles en la noche y la familia Stronghold estaba cenando tranquilamente conversando sobre trabajo o escuela, cuando de repente empezó a sonar una canción a todo volumen en el jardín de la casa, lo cual era extraño que alguien estuviera poniendo música en la fuerte lluvia que caía afuera. Los tres se levantaron y se asomaron por la ventana encontrándose al chico Peace con un paraguas negro y un altavoz a sus pies mientras retumbaba Nothing Else Matters.

—¿Ese chico está loco?

Dijo Steve totalmente furioso de camino a la puerta con Josie tras él tratando de calmarlo, mientras Will seguía pegado a la ventana, la abrió sin importarle que pueda entrar agua a la casa y descansó los codos en los bordes.

—Harás que papá te mate.

—Tomaré el riesgo.

Warren sonrió y el Stronghold menor estaba tan concentrado en lo que decía la canción que su mente fue capaz de bloquear los gritos de su padre, disfrutaba muchísimo de las acciones románticas que siempre hacía el moreno para él, se sentía querido, y no sabía si aquello estaba bien. El plan principal era que Gwen creyera que eran una pareja, pero esto dejó de tratarse de ella cuando lo dejó en paz, su última visita fue la primera en que Warren empezó a hacer estas cosas, lo que quería decir que había funcionado, pero, ¿por qué seguía haciendo cosas tan lindas por él?

—¡Largo de mi jardín, y aléjate de mi hijo de una buena vez!

El Comandante no había pasado de la entrada solo para no mojar innecesariamente su ropa, y la señora Stronghold estaba detrás algo preocupada.

—No puedo señor Stronghold, estoy enamorado de su hijo.

Will se quedó sin aliento cuando escuchó eso, es como si su corazón quisiera salir por su garganta. No lograba ver a su padre desde donde estaba pero podía imaginarse la cara que había puesto.

—¡Will no saldría con alguien como tú jamás! ¡Si esto es un plan de venganza de tu padre, será mejor que te vayas, ya te descubrimos!

—¡Nada de eso señor!

—¡Será mejor que te vayas antes de que llame a la policía!

Steve no podía hacer nada por su propia mano porque, primero: en ese vecindario solo era Steve Stronghold, y segundo: no podía usar su fuerza en un adolescente y más en desventaja, Warren estaba mojado, así que le es imposible encenderse. Will llamó la atención del más alto agitando sus manos por la ventana, cuando los ojos del moreno lo localizaron el más pequeño apuntó a la ventana de su habitación en el segundo piso, el mensaje fue captado de inmediato.

—¡De acuerdo. Me voy, pero usted no podrá evitar que tarde o temprano me acerque a Will!

—¡Atrévete a tocarlo y haré que te expulsen de la escuela!

Warren sonrió satisfecho, apagó la música y perdió de vista a los padres del chico haciéndoles creer que se había ido. Dejó tirado en alguna parte el altavoz y el paraguas y con cuidado de no resbalarse comenzó a escalar hacia la ventana de la habitación de Will. Dicho chico aún estaba abajo tratando de explicarle a sus padres lo ocurrido.

—Pero no hizo nada malo.

—¿Que no? La última vez casi quema el jardín.

—No fue su intención, esa vez solo estaba tratando de...

Dancing KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora