Will llamó varias veces por teléfono a su mejor amiga, no tuvo de otra que ir directamente a su casa y para su fortuna, la misma chica fue quien le recibió.
—Layla, pensé que...
La chica lucía pálida, en su rostro se veía miedo y su cabello estaba desordenado, después, como si la presencia de Will la hiciera volver a tener los pies en la tierra sus palabras solo fueron disculpas.
—¡De verdad lo lamento!
—Descuida, pero estuve preocupado, pensé que te había pasado algo.
—Yo... volvió a pasar.
Mencionó con una voz tan baja que Will casi no entendió a lo que se refería, ambos se sentaron en el colorido y gran jardín de la familia Williams. La pelirroja le contó sobre que su madre estaba histérica pues de repente habían crecido raíces en toda la cocina y plantas carnívoras en las habitaciones de sus hermanos, había sido una catástrofe y lo peor es que Layla dice no recordar nada.
—Cuando volví a tomar el control de mi conciencia estaba en medio de la sala y papá estaba rociando pesticida.
—¿Entonces no recuerdas nada en absoluto?
—Ni siquiera recuerdo en qué momento dejé de recordar.
La chica apretó sus labios y escondió su rostro entre sus manos. Will no sabía qué decir, qué consejos podía darle o a donde debería ir, solo pudo abrazarla y esperar que ella se desahogara lo más que pudiera.
—No sé qué pasa. Tengo miedo.
—¿Miedo?
—Claro, miedo. Esto es peligroso Will, soy un peligro.
—¿Tú un peligro? Ni hablar, eres la chica más inofensiva que he conocido.
—Esto nunca había pasado antes, debo de hacer que revisen mis poderes.
—En cualquiera de los casos me gustaría también saberlo, así que cuando lo descubras avísame.
Will no sabía lo que era tener poderes así que tampoco sabía qué pudiera ser, lo único que se le ocurre es que pudiera estar pasando algo con su sistema hormonal y es solo parte de la adolescencia, aún son chicos que están creciendo y al Layla ser diferente a él quizás esta sea la reacción de su cuerpo a los cambios.
Se abrazaron por última vez y Will volvió a su casa.
Los fines de semana deberían de ser eternos, lamentablemente dos días pasan como el agua en un arroyo y el muy odiado lunes llegó para hacerlos levantarse a todos de sus camas y provocarles el mal humor. Si el lunes fuera una persona probablemente sería un villano.
Warren al llegar a Sky High caminó a través de los pasillos mentalizándose de que hoy encontraría una nueva nota en su casillero, al analizarlo mejor el fin de semana se dio cuenta de que no era tan malo si Will no se acercaba mucho, solo debía tomar la nota y ya, en algún punto se cansaría ¿no? Solo que quizás no esperó que lo hiciera tan pronto. Al llegar a su pequeño cubículo de metal metió algunos libros, no había ninguna nota, estaba exactamente igual que como lo dejó el viernes.
Tal vez había sido más claro de lo que pensaba sobre que eran innecesarias.
O tal vez fue algo rudo sin darse cuenta.
De todas formas, eso era lo que quería, lo cursi lo aborrecía y tener que ofrecerle una buena cara a cambio al chico era una pesadilla en la que creyó que jamás viviría.
¿Entonces por qué se siente desilusionado?
Cerró con más fuerza de lo normal el casillero y se fue a esperar su primera clase. Más tarde se daría cuenta que Will Stronghold no había asistido ese día, escuchó el rumor cuando pasó por la mesa de los asistentes más famoso de Sky High y oyó a la chica hippie decir algo sobre que 'Will no me acompañó al autobús esta mañana'.
ESTÁS LEYENDO
Dancing King
FanficWill Stronghold es un chico de 14 años, hijo de los dos súper héroes más famosos de Maxville: El Comandante y Jetstream. Y eso no sería un problema si no fuera porque Will aún no tiene ningún súper poder, y si no es suficiente con eso, se enamora de...