CAPITULO 1: Antes de media noche

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Pensé que esa noche iba a ser solo un día conmemorativo ordinario. Estábamos en un pequeño bar a unos kilómetros de casa celebrando el cumpleaños de Sam, donde el ruido de la gente alrededor y el alto nivel de alcohol en nuestra sangre nos hizo hablar un poco más alto.

- ¡Déjame beber un poco también! - insistió Seth, el miembro más joven entre nosotros, con una mirada de súplica hacia la
persona de cumpleaños.

- ¡Pero de ninguna manera! - Respondió el mayor dándole un ligero empujón en la cabeza del chico. - Tienes cero madurez para beber, eres demasiado joven para eso.

Mientras los dos discutían, yo ya estaba levantando la mano para pedir otro trago, y para entonces había perdido la cuenta de cuántos me había tomado hasta el momento. Sin embargo, poco no importaba, porque mis sentidos aún estaban agudos, incluso si mi visión estaba ligeramente distorsionada.

El mesero bigotudo apareció pronto con una bandeja llena de grandes vasos de cerveza y solo un refresco.

- ¡Gracias! - le agradecí con emoción tomando la bebida.

-Es mi cumpleaños, pero parece que tú eres el que más celebra, Jacob. - comentó Sam dándome ligeros codazos en el brazo.

¡Pero es claro! ¿Cómo no iba a estar emocionado por un año más de tu vida? - respondí levantando la copa - Un homenaje a nuestro querido Sam.

Todos los que estaban sentados a la mesa vinieron con sus bebidas contra las mías para que brindáramos, lo que hizo que el hombre sonriera.

Chicos, sé que todo es genial, pero tratemos de aligerarlo un poco, ¿de acuerdo? No podemos volver a armar un escándalo.

- Aconsejó Leah, hasta entonces novia de Sam.

Presté poca atención a lo que dijo y seguí bebiendo más mientras interactuaba y hablaba con el resto del grupo.

Me di cuenta de que había llegado a mi límite cuando comencé a ver las cosas un poco dobles, las puntas de los dedos y los labios estaban medio dormidos y
reflejos deteriorados.

- Chicos, creo que volveré a casa temprano... - Dije levantándome de la mesa. Como me estaba empezando a enfermar, preferí retirarme antes de recibir un sermón de Leah o de ser objeto de burlas por parte de los chicos.

- ¿Pero ya? ¿Se irá antes de la medianoche? - interrogó Sam frunciendo el ceño, se dio cuenta de que algo no andaba bien, así que se levantó - Entonces iré contigo, aunque sea para llevarte a casa y luego volver aquí!

- ¡Entonces yo también lo haré! - Dijo Set

-Y yo. - Dijo Call acercándose a mí.

Le di una sonrisa sutil, me gustaba como siempre estábamos unidos y tratábamos de protegernos, sin embargo, no quería que la fiesta terminara tan pronto.

Chicos, chicos, estoy bien, ¿de acuerdo? - dije estrechando mis manos. Era mentira, porque estaba borracho - No hace falta que nadie me acompañe, quédate ahí y te veo luego...

Me miraron por un rato antes de que Sam decidiera bajar la guardia y volver a sentarse, causando que los otros lobos se
más jóvenes siguieron su acción.

- Entonces todo bien. -La persona del cumpleaños levantó las manos en señal de rendición.

- Hasta luego o hasta mañana, por si me duermo cuando vuelvas.

Saqué el dinero de mi bolsillo y lo puse sobre la mesa, luego me despedí del grupo y salí del bar.

Esa noche era mínimamente fría, lo notaba por el humo que pasaba por mis labios cada vez que exhalaba aire. Metí las manos en los bolsillos mientras caminaba por la calle vacía.

Mientras pasaba por uno de los callejones, escuché el sonido de algo arrastrándose, así que giré mi rostro hacia la oscuridad, pero no vi nada.

Pudo haber sido algún animal extraviado, pero preferí acelerar un poco más, hasta que noté nuevamente el arrastre. fue como
algo me perseguía, o el alcohol me estaba provocando delirios.

Empecé a correr hasta que vi pasar una figura frente a mis ojos. Me desvié del camino para tomar un atajo, ya cada paso mi corazón aceleraba sus latidos debido a la adrenalina que tomó mi cuerpo.

Fue entonces cuando me encontré aislado en la calle tenuemente iluminada y frente a mí estaba la silueta de una persona entre las sombras.

¡¿Quien esta ahí?! - Yo pregunté

Me froté los ojos para asegurarme de que no estaba alucinando, hasta que el cuerpo dio otro paso hacia la luz, haciendo que mis ojos se abrieran de par en par.

ANTES DE MEDIA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora