Capítulo 31

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No me había percatado de lo mal que había quedado después de la pelea sino hasta que llegó la hora de salir del auto de Jotaro quien, por cierto, manejó de forma tranquila. Claramente yo esperaba que fuera alguien violento al hacerlo o que maldijera hasta a la mosca que pasara, pero no, no fue así.

Como sea, después de cerca de 30 minutos llegamos a su casa, aunque, bueno, yo pensé que sería mejor que me llevara de una vez a la mía porque casi éramos vecinos, pero...

Jotaro: ¡Ni pienses que te he de dejar sola, mujer! Necesitas vigilancia- dijo mientras miraba el camino al manejar.

____: Claro que no! Ya soy mayor de edad- esto último lo dije con sarcasmo y burla.

Jotaro: Tal vez tengas la edad suficiente, pero estás enferma y no eres un adulto funcional de esta forma. Necesitas cuidados y punto- dijo él firme, mirando al frente.

____: ¡No hubiese necesitado eso si no hubiese vivido ese infierno esos meses! - me quejé.

Él, de nuevo, no dijo nada, su silencio dándome la razón. Él bajó un poco los hombros y suspiró.

Jotaro: Sé que un "lo siento" no mejorará nada, ____.

Él, entonces, se orilló un poco hacia la banqueta para estacionarse, después de hacerlo me miró, sus ojos se fijaron en los míos, su mirada era seria como lo era usualmente, pero se sentía un poco de calidez en ella, una leve determinación.

Jotaro: Pero escúchame bien, ____, por favor- dijo en un tono suave, impropio de él, bueno, al menos impropio al Jotaro de esa aventura de 50 días o de esos meses en los que me redujo a nada- quiero que sepas que estaré contigo en este proceso... Aunque tú no lo quieras, es mi responsabilidad y quiero redimir mis actos... realmente lo lamento, ____

Tan sólo el hecho de que no me llamó "mujer" como siempre me sorprendió. Lo miré a los ojos y sentí esa sinceridad, pero temí... temí en el aspecto de que pudiese confiar en él de nuevo, pero me terminara traicionando como cuando prefirió creerle a Roxanne, que me redujera a nada, que me amenazara con golpearme.

Tal vez notó esto, ¿por qué?, bueno, porque sentí un leve y suave tacto en una de mis manos que estaba sobre mi rodilla. Su mano era mucho más grande que la mía y era suave, a comparación de lo que yo me pude imaginar con anterioridad. 

Jotaro: Permíteme demostrarte cuánto lo lamento, ____- dijo él mirándome a los ojos.

Yo me quedé callada, miles de dilemas cruzaron por mi mente a la velocidad de la luz. Tenía miedo de volver a caer, del dolor... de confiar.

Él regresó la mirada al frente y encendió de nuevo el auto, volvimos a estar en marcha, con la diferencia de que su mano se mantuvo sobre la mía, no era un tacto morboso o vulgar, sino uno de comprensión, incluso parecía dudoso, más por el aspecto de que yo me llegase a incomodar por el mismo. 

El resto del camino fue en un silencio tan denso que se podía sentir con la yema de los dedos. En mi mente esos dilemas martillaban mi cabeza sin cesar, haciendo acto de presencia en un momento tan tranquilo.

Pero creo que este aspecto tiene que estar mayormente relacionado a mis males mentales que por otra cosa. La ansiedad nunca descansa.

Después de un rato, llegamos a la tan conocida casa de Jotaro. Estacionó el auto en un garage que, se notaba, fue adaptado en el patio de la casa.

Yo iba a abrir la puerta, pero Jotaro me lo impidió, tomando mi mano y jalando la puerta para cerrarla.

____: Vaya, ¿ahora le haces honor a ser un "caballero Joestar"? - dije en broma para aligerar un poco el momento.

Ghost (Jotaro x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora