Ghost (Jotaro x tú)

Capítulo 3

Después de una semana monótona y ocupada con trabajos, tareas y presentaciones en equipos, además de ser un tanto extraña, siendo este adjetivo no usual ya en mi vocabulario por todas las cosas que había visto en Egipto, pero que ciertamente lo fue por cierta actitud molesta hacia mí de un oji-azul con cabello azabache, por fin era viernes.

Por mi desgracia, esto porque mi condición aún era delicada, estábamos en clase de Educación física, nos habían dividido en equipos de mujeres y hombres y yo, como siempre, escogí a Elena para trabajar con ella.

Más porque ella no era brusca al trabajar y era la única que no me quería matar.

Mientras el profesor daba las indicaciones, yo no podía dejar de observar a Jotaro desde lejos, desde siempre me había gustado y, después de todo ese embrollo de los 50 días, me llegué a enamorar de él, a pesar de sus actitudes.

Dejando de lado que no era tan fácil ignorar a alguien tan alto como él.

Elena notó mi comportamiento y fue cuando me interrumpió de mi tren de pensamientos.

Elena: Mira lo que hiciste!- dijo en un tono alto.

____: Y qué hice?- la volteé a ver confundida.

Elena: Ya me llenaste toda de saliva por babosear al buff guy- dijo fingiendo quitarse mi "saliva" de los brazos.

Cómo lo llamó?

____: Oye! Cállate que te pudo oír!- dije dándole un golpe suave en el hombro.

Elena: Es la verdad, lo que no entiendo es por qué no se lo dices?

____: Ya sabes, qué tal si me llama perra escandalosa como a las demás o me manda a China con un buen puñetazo- dije con un tono apesadumbrado.

Elena: Pero, si ustedes son muy unidos, no?

____: Seamos honestas... Dos cosas, una: ni siquiera me responde con una oración completa, dos: parece que le irrito con sólo existir y última: Si no le gusto y decide ignorarme?

Elena: Esas fueron tres- dijo alzando la ceja.

____: Como sea! honestamente, no soy tan segura de decírselo, temo perder su amistad... si podemos llamar así a lo que quiera que sea nuestra relación actual- dije triste.

Elena: Así no vas a lograr nada, si quieres yo te ayudo, ya sabes, si no arriesgas no ganas.

___: Bueno- dije no muy convencida.

Elena: Ah, mira, hablando del rey de Roma...

Elena miró detrás de mí y yo me volteé, noté que Jotaro me estaba mirando.

Me habrá escuchado?

Me estresé, traté de serenarme lo más posible y lo saludé con la mano, solamente para que frunciera el ceño, suspirara y se diera la vuelta.

____: Qué terrible situación- oculté mi rostro entre mis manos.

Elena: Claro que no, confía en mí, si?

Asentí, no muy convencida, claro está, y nos fuimos a tomar la clase, el calentamiento fue lo único que hicimos separados por sexos extrañamente y el ejercicio, que era un juego de handball, lo íbamos a hacer de manera mixta.

Aunque ya no podía moverme bien por el dolor en torso pero tengo que acreditar.

Se dividió el grupo en equipos de 7, cabe aclarar que no me es muy grato hacer equipos ya que siempre me escogen hasta el final. Estaba con Elena de equipo y mientras batallamos para buscar más compañeros hasta que por fin logramos hacer un equipo que, al parecer de todos nosotros, era muy desequilibrado, estábamos en bastante desventaja.